La Espa?a de Ricky Rubio
Cuando un jugador deslumbra en un deporte colectivo solemos convertirlo en el apellido del equipo, en un a?adido que nos advierte de que, cuidado, llega la Eslovenia de Doncic o la Argentina de Campazzo. Nuestro pa赤s, que es uno de los grandes pa赤ses en disciplinas de grupo, el tercero que m芍s clasifica para los Juegos Ol赤mpicos detr芍s de Estados Unidos y Australia, y el primero en Europa, es m芍s dado a equipos corales, sin una rutilante estrella que resalte por encima de los dem芍s, si bien es cierto que hubo una Espa?a de Pau Gasol, aunque siempre rodeado de otros brillantes jugadores. S車lo por recordarlo, la Selecci車n alz車 su primer Mundial en 2006 sin Pau en pista en la final por lesi車n, y en el segundo t赤tulo de 2019 ni siquiera pudo participar. Gasol ha sido el referente de un grupo campe車n, de la 谷poca m芍s gloriosa del baloncesto espa?ol, de eso no hay duda. Y gusta verle de nuevo ah赤, a pesar de sus 41 a?os. Sumando. Este jueves fueron 9 puntos y 8 rebotes para 14 de valoraci車n. Nada mal. Pero la Espa?a de Pau Gasol siempre fue de varios m芍s. Lo fue entonces y m芍s ahora. De Navarro, Garbajosa, Calder車n, Felipe, Rudy, Marc Gasol# Y, desde Pek赤n 2008, tambi谷n de Ricky Rubio.
Aquel base de El Masnou que impresionaba a los 17 a?os ha entrado ya en la treintena, hace tiempo que se hizo mayor. Y ahora muestra facetas que ni siquiera exhibe habitualmente en la NBA, donde es un jugador reputado, eficiente defensor y magistral asistente, pero sin el rol ofensivo que asume con naturalidad en el equipo de Sergio Scariolo. Este nuevo Ricky, o quiz芍 habr赤a que decir este Ricky escondido, asumi車 el liderazgo en el Mundial de 2019, donde fue elegido el MVP. Ni siquiera le sirvi車 para que Phoenix respetara esos galones, la NBA es otro mundo, all赤 entras en un traspaso sin derecho a rechistar, aunque suponga una involuci車n en tu carrera. Eso le ocurri車 a Rubio, que rebot車 de Oklahoma a Minnesota en horas, y anduvo mustio por la inesperada carambola. Aquel mercadeo, unido a la desmoralizante pandemia, al exigente calendario, a la a?oranza familiar y a tantas comeduras de cabeza, casi deja a Ricky fuera de los Juegos. De hecho, lleg車 a comunicar su renuncia. Pero luego se arrepinti車. Y aqu赤 est芍 en Tokio, a la batuta de la Selecci車n, igual de jefe que en aquel oro de China. Este jueves, frente a la complicada Argentina de Campazzo, volvi車 a comandar a una Espa?a a la que habr芍 que empezar a poner apellido: la Espa?a de Ricky.