Messi, el Mundial, el Bar?a y el PSG
Disputada en paralelo con la Eurocopa, a horas dif¨ªciles para nosotros y sin atenci¨®n de las televisiones, la Copa Am¨¦rica (mucho m¨¢s antigua que la nuestra) ha tenido aqu¨ª un seguimiento muy discreto. El primer impacto noticioso real fue la tanda de penaltis de la semifinal Argentina-Colombia, con el descarado meta Emiliano Mart¨ªnez comi¨¦ndole la moral a los lanzadores colombianos. El siguiente, claro, fue la final, ese Argentina-Brasil, muchos palos y poco juego. A Neymar le frieron. La victoria argentina le quita por fin una piedra en el zapato a Messi, que ha saldado la doble deuda: con su pa¨ªs y consigo mismo.
Porque el desempe?o con Argentina hab¨ªa sido el d¨¦ficit de Messi, quiz¨¢ porque desde su aparici¨®n fue visto all¨ª con desconfianza. Hecho en Europa, fue mirado en su pa¨ªs como un suplantador que acechaba el altar de Maradona. Como ?l, luc¨ªa el 10 y una melenilla, era corto de estatura, era zurdo... Pero la devoci¨®n argentina por Maradona no admit¨ªa r¨¦plica. A Messi le ha costado muchos a?os y muchos disgustos sentirse all¨ª como en su casa. Cada t¨ªtulo no conseguido era una decepci¨®n de la que le culpaban. Ahora lo ha conseguido. No hizo una gran final, pero sale como m¨¢ximo goleador y pasador del torneo.
Este t¨ªtulo podr¨ªa acercarle el en¨¦simo Bal¨®n de Oro, dado que ninguno de los grandes de este lado del Atl¨¢ntico ha brillado en la Eurocopa. Pero desempatado ya su duelo con Cristiano, su desaf¨ªo no es ese, sino el Mundial. Para ese prop¨®sito, en ning¨²n sitio va a estar mejor que en el Bar?a, donde tiene el sitio hecho y se desviven por complacerle. Laporta se devana los sesos para presentarle a Tebas una cuenta cre¨ªble, algo de lo que ahora a¨²n est¨¢ muy lejos. Tendr¨ªa que vender por valor de 200 millones, seg¨²n el c¨¢lculo m¨¢s extendido. Ser¨ªa bueno que Messi ayudara ajustando sus pretensiones a la realidad, pero el PSG aprieta.