Unai Sim車n r赤e 迆ltimo...
La redenci車n del portero. El cancerbero del Athletic se sac車 la espina en la tanda de penaltis y se convirti車 en el epicentro de la celebraci車n espa?ola, que super車 otros cuartos de final desde el punto fat赤dico. La tremenda tensi車n de la tanda y del ※quiero y no puedo§ que fue la Selecci車n durante 120 minutos se torn車 en una desbordante alegr赤a por colocarse, de momento, entre las cuatro mejores de Europa. Al menos, eso dir芍 la historia. Espa?a avanza a semifinales en su partido m芍s discreto de esta Eurocopa, pero a estas alturas lo que importa es alcanzar la siguiente fase y ojal芍 rompa el axioma de que las defensas ganan campeonatos, porque la zaga espa?ola es de todo menos fiable. Oyarzabal y Unai tuvieron sangre fr赤a, reivindicando la importancia de los especialistas.
El d赤a de la espesura. Espa?a jug車 con las cartas buenas desde el principio, pero no lo supo aprovechar. La ausencia de Xhaka, el autogol tempranero de Zakaria y 83 minutos por delante para entrar por la puerta grande en las semifinales. La rigurosa expulsi車n de Freuler pon赤a el campo cuesta abajo para los de Luis Enrique. Sin embargo, fue el d赤a de contar las ocasiones con los dedos de una mano, de no encontrar el trazo del encuentro hasta bien entrada la pr車rroga y de volver a demostrar la falta de contundencia en las dos 芍reas. Mientras las fuerzas estuvieron equilibradas en n迆mero de jugadores, el partido se pareci車 mucho m芍s a lo que quer赤a Petkovic, el seleccionador suizo. El centro del campo espa?ol no encontr車 la salida al laberinto que planteaba la presi車n helv谷tica. En el mon車logo de la pr車rroga, Espa?a se top車 con su falta de pegada, sin poder echarle la culpa a Morata, y con un porterazo espectacular enfrente.
Sommer y la heroicidad suiza. Va siendo hora de dejar de valorar a los equipos por su nombre y empezar a valorarlos por su rendimiento. Suiza ha sido una de las mejores selecciones de esta Eurocopa, por su organizaci車n, por su esp赤ritu, por su capacidad de sufrimiento, por saber superar las peores adversidades y por hacer historia desde la apasionante mezcla de or赤genes de sus futbolistas. Por todo eso y por tener un porterazo, que salv車 a su equipo cuando sus compa?eros ya carec赤an de aire, merecen todo el reconocimiento del f迆tbol europeo. Fallaron en los penaltis, pero en sus l芍grimas hab赤a much赤sima verdad. Hubo una tremenda dignidad en su manera de caer. Una se?ora selecci車n.