El maravilloso viaje de Joana
La madrile?a se va con 30 a?os despu¨¦s de ganar tres Mundiales y llevar el boxeo a alcanzar un Premio Nacional del Deporte y al p¨²blico generalista.


El maravilloso viaje de Joana Pastrana (el resultado era casi lo que menos importaba, pero se march¨® con una exhibici¨®n) acab¨® en un maravilloso escenario. En lo que fue el templo del boxeo en Madrid. En el viejo Palacio de los Deportes se batieron Pepe Legr¨¢, Urtain, Pedro Carrasco, Miguel Vel¨¢zquez, Perico Fern¨¢ndez, Alfredo Evangelista o Poli D¨ªaz. Los grandes. Y ella, tres veces campeona del mundo, no merec¨ªa menos. Porque Joana ha sido el rostro del boxeo en los ¨²ltimos a?os, quien ha conseguido llevar al pugilismo, incluso, a la alfombra del Palacio de El Pardo para recibir el Premio Nacional de los Deportes, un reconocimiento que no hab¨ªa obtenido (injustamente) ning¨²n boxeador.
La madrile?a se va con el resquemor de no poder ganarse la vida en el ring. Pero con las alforjas llenas de vida. Dej¨® su puesto de camarera en San Sebasti¨¢n de los Reyes para apostarlo todo. ?lvaro Gil-Casares, un promotor joven y rom¨¢ntico que tambi¨¦n abandon¨® un trabajo seguro para meterse en un mundillo dif¨ªcil y a veces cainita, crey¨® en la peque?a bomba que siempre so?¨® en grande. Y con Nico Gonz¨¢lez en la esquina (dinamita en los pu?os en su ¨¦poca de boxeador) formaron un equipo perfecto. Joana ha tenido aptitud y actitud. Ha llevado el boxeo a 'late shows', dominicales, revistas de moda... Ha acercado a muchas mujeres a los gimnasios y ha dado m¨¢s de lo que ha obtenido a cambio. Millones de gracias, campeona. Mereci¨® la pena.