El problema no es Morata
De aquella manera, Espa?a est芍 con el agua al cuello. A la Selecci車n la volvi車 a vencer el gol, pero tambi谷n esa fragilidad heladora cada vez que el adversario se aproxima a sus dominios. Tanto hablar de la escas赤sima pegada que parece que no se haya reparado en la debilidad defensiva en situaciones controlables. Cuando no se roba en zonas avanzadas o medias, toca la plegaria.?Pau Torres peca de falta de contundencia en cada acci車n, Jordi Alba pierde la vista del retrovisor y cada centro lateral supone una amenaza demasiado importante. Bajo este panorama, da igual que la Selecci車n domine el juego a nivel colectivo y tenga tramos de partido interesantes. No cabe en un aspirante, mucho menos en un campe車n, este tipo de defectos. M芍s ante Lewandowski enfrente, aunque los mejores tambi谷n fallan como le sucedi車 al delantero polaco en el primer tiempo.
Luis Enrique dio por fin presencia a Gerard Moreno en el once y la decisi車n vino bien a Espa?a. Aunque sin un gramo de punter赤a, el delantero, actuando desde la banda derecha, hizo que siempre pasaran cosas. Busc車 al contrario, tir車 diagonales y enchuf車 a Morata en el 芍rea, a veces desasistido. Tambi谷n tuvo un buen entendimiento con Marcos Llorente. Sin embargo, Dani Olmo estuvo muy apagado, como Ferran y Sarabia cuando salieron. El paso adelante de Rodri dur車 muy poco y a Pedri hay que exigirle m芍s. Al borde del abismo, no queda otra que llamar a la reacci車n. Es un problema de todos, no solo de Morata.
El primer defensor
Entre todas las virtudes que valora Luis Enrique de Morata, aparece su activaci車n tras p谷rdida en la primera presi車n. El delantero inicia la secuencia del gol con una recuperaci車n en la banda ante Puchacz.