De Ramos a Mbapp¨¦
La puso botando. Es verdad que Sergio jug¨® mal sus cartas. No midi¨® bien los tiempos y acept¨® demasiado tarde volver a la casilla de salida, pero su suerte ya estaba echada. Conf¨ªo demasiado en que el Real Madrid luchar¨ªa por ¨¦l tanto como el ya excapit¨¢n luch¨® los ¨²ltimos 16 a?os por el Madrid. Florentino ya hab¨ªa bajado el pulgar. El presidente nunca se caracteriz¨® por decidir desde el cari?o. Cuando los ¨²ltimos cuatro capitanes de la historia blanca (Hierro, Ra¨²l, Casillas y Ramos) han tenido que dejar el Madrid despechados o despachados es que hay un patr¨®n de conducta, un biotipo n¨ªtido de ordeno y mando, que no acepta pulsos de nadie. Daba igual si en el minuto 93 un cabezazo suyo cambi¨® el ciclo del Madrid, da igual si Ramos tiene tres a?os magn¨ªficos de f¨²tbol a¨²n. Conjugar la historia y el futuro es una asignatura que no aprobar¨¢ este presidente.
Despu¨¦s de Sergio. En la limpieza de establos que ha empezado el club, antes de dar paso a la segunda era gal¨¢ctica, el Madrid se ahorra 24 millones brutos en el salario de su capit¨¢n. Desde el punto de vista econ¨®mico tambi¨¦n, la venta de Varane es incuestionable, cuando le queda solo un a?o de contrato. No hay t¨¦rmino medio, o haces algo de caja o se ir¨ªa gratis el pr¨®ximo verano. Desde el punto de vista deportivo, no parece muy l¨®gico dejar salir a tus dos centrales titulares de una tacada. Si se acuerda la marcha de Raphael, el Madrid deber¨ªa acudir al car¨ªsimo mercado de centrales, donde Kound¨¦, por ejemplo, no baja de los 60 millones. Eso o aceptar tener una defensa peor que la de la temporada pasada.
El horizonte Mbapp¨¦. ?ste no ha sido un buen a?o para Florentino. La ausencia de t¨ªtulos, el fiasco reputacional de la Superliga y su lamentable puesta en escena, la dolorosa despedida epistolar de Zidane y la convulsa salida de Sergio Ramos, eso s¨ª con las formas adecuadas a la grandeza del Madrid, obligan a volver a ilusionar a la vieja usanza. Sin Cristiano, sin Zizou, sin Sergio Ramos, el Madrid necesita nuevos referentes. Si el primer Florentino se agarr¨® a Figo y a Zidane para conquistar al madridismo, ahora va a intentar de verdad a?Mbapp¨¦ y Haaland, por ese orden. Entre este verano y el pr¨®ximo, seg¨²n se venda y se den las situaciones de mercado adecuadas que tambi¨¦n dependen de un jeque imprevisible, puede que tenga que endeudarse. El nuevo Bernab¨¦u, su gran legado, est¨¢ a la vuelta de la esquina y hace falta recuperar la sonrisa.