Por qu¨¦ es fundamental elegir correctamente los neum¨¢ticos
La diferencia de precio entre los distintos productos del mercado tiene justificaciones evidentes pero a menudo ignoradas.
Son todos negros, redondos y poco glamurosos. Para el usuario medio, cambiar los neum¨¢ticos de su veh¨ªculo (coche o moto) est¨¢ en las ant¨ªpodas de una experiencia apasionante, se trata de un mero tr¨¢mite con el que hay que cumplir cuando toca, preferentemente cuantas menos veces sea necesario. En este contexto suele existir bastante desinformaci¨®n al respecto y son mayor¨ªa los conductores que convierten el precio en su primer argumento de compra.
Resulta compresible pero no siempre acertado. Casi nadie se entusiasma con el mantenimiento de un coche y lo que se busca es economizar todo lo posible. Olvidamos casi siempre que un autom¨®vil en buenas condiciones es una garant¨ªa de seguridad, en el caso de los neum¨¢ticos prioritaria. Ya sabemos esa especie de mantra de que son los que nos mantienen en contacto con el asfalto, el componente final del que depende la estabilidad del veh¨ªculo.
Sin embargo, por decisi¨®n propia o en ocasiones aconsejados por los profesionales del sector, el usuario olvida tales principios b¨¢sicos y antepone el bolsillo sin mayores consideraciones. Existe el concepto equivocado de que, en general, todas las marcas son muy similares, de que no hay grandes diferencias entre pedazos de goma y lo que se paga principalmente es la marca, que repercute en su producto la inversi¨®n que justifica su posicionamiento.
Nada m¨¢s lejos de la realidad. Los neum¨¢ticos no son todos iguales y pensar que algunos fabricantes pueden vender un producto comparable a otro a mitad de precio se aproxima a un enso?amiento sin el m¨¢s m¨ªnimo fundamento. El propio mercado lo impide y la investigaci¨®n, desarrollo y producci¨®n de neum¨¢ticos de calidad exige una inversi¨®n en la que pueden aparecer matices de precio con relaci¨®n a su calidad, pero nunca abismos por la presencia de un simple logotipo de marca.
Diferencias significativas
Como en la mayor¨ªa de las industrias, desde hace ya a?os proliferan los neum¨¢ticos procedentes pa¨ªses con sistemas productivos ajustados, sobre todo del sureste asi¨¢tico, India o China. Compiten por su porci¨®n del papel con marcas tradicionales, de prestigio consolidado y con un bagaje en todo el proceso de fabricaci¨®n que nada tiene que ver con las reci¨¦n llegadas. Ponen a disposici¨®n de muchos una oferta suficiente o v¨¢lida, una decisi¨®n respetable siempre que se tome desde el conocimiento.
Quiero decir que se pueden montar neum¨¢ticos de segundas marcas e incluso algunas casi desconocidas si se asume lo que ello implica y se satisfacen las necesidades de utilizaci¨®n de cada conductor. Hay que saber que no todas las cubiertas se comportante igual en las diferentes condiciones de uso, que por supuesto existen diferencias en su duraci¨®n y, muy importante, tambi¨¦n en la forma en que el desgaste afecta al comportamiento y seguridad del veh¨ªculo.
El neum¨¢tico que es m¨¢s caro puede resultar, obviamente, una mejor inversi¨®n si su sustituci¨®n se espacia cada m¨¢s kil¨®metros. Y no solo eso, se debe tener en consideraci¨®n en qu¨¦ estado llega al final de su vida ¨²til: de poco sirve esgrimir que soporta 20.000 kil¨®metros (por mencionar una cifra) antes de su reposici¨®n si desde los 10.000 primeros el rendimiento ha ca¨ªdo en picado. Por eso algunos fabricantes aconsejan la sustituci¨®n de sus cubiertas con una profundidad de dibujo de tres mil¨ªmetros, casi el doble de los 1,6 mil¨ªmetros legislados. Es lo que se llama curarse en salud¡
Michelin, una de las marcas de referencia en el sector, calcula que si toda la industria del neum¨¢tico apostara por productos de mayor calidad, incluso a costa de un precio algo superior pero justificado, en el mundo se podr¨ªan ahorrar cada a?o la reposici¨®n de 400 millones de cubiertas. Con todo lo que ello representa en t¨¦rminos industriales, econ¨®micos y de sostenibilidad. M¨¢s all¨¢ de estudios concienzudos, reducir esta teor¨ªa a t¨¦rminos de la sabidur¨ªa popular es tan simple como recordar que, en ocasiones, lo barato sale caro¡
Como consumidores responsables, m¨¢xime en una cuesti¨®n de seguridad, nuestra obligaci¨®n es comprar el producto con mejor relaci¨®n entre su calidad y el precio, pero teniendo en cuenta en el caso que nos ocupa su rendimiento en diversas condiciones, su duraci¨®n y estabilidad de comportamiento con el paso del tiempo.
Entiendo que s¨®lo con experiencia y conocimiento se puede llegar a tales conclusiones, adem¨¢s de con un buen asesoramiento, pero me conformar¨ªa si estas l¨ªneas invitan a la mera reflexi¨®n de que todos los neum¨¢ticos no son iguales. No hay que despilfarrar en este sentido, pero?ahorrar m¨¢s de los prudente tampoco es la mejor estrategia. Porque esa cosa redonda y negra puede dejar en inapreciable una situaci¨®n que en otras circunstancias terminar¨ªa en un accidente.