Evenepoel choca con la realidad
Lo que le ocurri¨® ayer a Remco Evenepoel en el Giro de Italia es la normalidad del ciclismo. Y no lo otro. Un ba?o de realidad. En el ciclismo de toda la vida es normal que un corredor debutante en una gran vuelta, de 21 a?os, pierda tiempo en determinadas etapas. Y mucho m¨¢s si s¨®lo ha competido un m¨¢ximo de siete d¨ªas consecutivos en la Vuelta a San Juan, o seis en Turqu¨ªa y Romand¨ªa. Si nunca ha llegado a una segunda semana de carrera, o nunca ha pasado una jornada de descanso en una grande, tampoco sabe c¨®mo responder¨¢ su cuerpo. Y mucho m¨¢s, seguimos a?adiendo, si no ha participado en una competici¨®n profesional desde el verano pasado. Nueve meses de ausencia motivados por una grave lesi¨®n, una fractura de pelvis. En el ciclismo de siempre, la experiencia y la maduraci¨®n eran imprescindibles. Actualmente han emergido j¨®venes de r¨¢pido crecimiento, pero aun as¨ª necesitan un rodaje. Ayer se vio claro. Egan Bernal, por ejemplo, hizo ese cursillo cuanto termin¨® 15? en el Tour de 2018. Al a?o siguiente, lo gan¨®. Evenepoel tambi¨¦n debe aprender varias lecciones.
Es verdad que el belga es un prodigio, pero incluso los fueras de serie necesitan formarse. En Remco todo avanza muy deprisa. Y quiz¨¢ en esa laguna de inexperiencia haya que apuntar tambi¨¦n el terrible accidente de Lombard¨ªa. Colgar el cartel de favorito en un Giro a un corredor, por aventajado que sea, que no ha superado nunca la semana de carrera, a una edad temprana, y despu¨¦s de una lesi¨®n tan grave, es una responsabilidad demasiado alta. Un debate diferente es la actitud de Jo?o Almeida, pero incluso estas rebeliones internas son instructivas, integran la vieja historia del ciclismo, y se solventan sin necesidad de arrancarte el pinganillo. Dicho esto, s¨®lo ha perdido dos minutos, que no es tanto. Sufrir en un mal d¨ªa tambi¨¦n es aprendizaje. La normalidad del ciclismo. No lo otro.