Luisito cumple 86 a?os
Su estilo es ahora como sol¨ªa ser su actitud en el campo: observador y exacto. Estaba situado como si fuera parte del aire, hasta que ve¨ªa volar la mariposa que era la pelota, la agarraba con el pie como si fuera la mano de un curandero sabio y la mandaba donde quer¨ªa que fuera su lugar: el pie de un compa?ero o la red. Era un futbolista sin aspavientos; ahora se ha soltado, como comentarista del f¨²tbol actual, ante el que es reticente, porque ¨¦l practica el ojo de los cl¨¢sicos del viejo balompi¨¦, m¨¢s preocupados por la aventura de la pelota que de la pelota.
Entonces escuch¨¢bamos (tambi¨¦n) por la radio el f¨²tbol de campo, y sab¨ªamos que, cuando dijeran su nombre, los aficionados del Bar?a podr¨ªamos esperar dos acontecimientos, la belleza o el gol, y no importaba tanto que hubiera gol si se cumpl¨ªa el rito magn¨ªfico de la belleza. Ocurriera una cosa o la otra, a su alrededor se levantaba una ola sorda y muda de admiraci¨®n, pues lo que brillaba en aquel juego era su perfecci¨®n y su alegr¨ªa, adem¨¢s de su respeto por la posici¨®n ajena y tambi¨¦n por los golpes del contrario.
Ahora, ya digo, se suelta m¨¢s, y en el Carrusel de Dani Garrido (al que trata como a un hijo, porque el excelente periodista lo trata como a un padre) se indigna cuando el Bar?a abandona (tantas veces) los c¨¢nones cl¨¢sicos, desde la posesi¨®n a la vestimenta, y no es porque ¨¦l quiera que no pase el tiempo, para nada, lo que aborrece es que pase el tiempo para peor.
Respetuoso de la historia del f¨²tbol que ¨¦l casi bautiza, tiene a Messi como a uno de los grandes, y lo jalea porque debe saber que es un continuador de su alegr¨ªa tan seria de jugar, pero jam¨¢s se le ve a don Luis presumiendo de ese padrinazgo. Pero en estos a?os tan dif¨ªciles de su equipo azulgrana (y ojal¨¢ sea para ¨¦l siempre azulgrana) ha sido el fan n¨²mero uno del dubitativo jugador clave de estos a?os indecisos, hasta tal punto que improvis¨® un d¨ªa una tonada gallega ("No te vayas, Messi, que nos vas a escarallar") que ¨¦l canta como nadie, y que quiz¨¢ en este domingo de su cumplea?os, tan 86 bien llevados, sea uno de los himnos con los que radio que lo atesora celebre la alegr¨ªa de tener con nosotros a Messi y a don Luis, antiguamente llamado Luisito Su¨¢rez, el amigo de Kubala, de Di St¨¦fano y, como Kim de la India, el amigo de todo el mundo.