El Bar?a se abrasa en el purgatorio
Un jarro de agua helada. Un fracaso anunciado. Una quiebra en medio de la gloria que convierte al Bar?a en una v¨ªctima abrasada en el purgatorio de LaLiga. El equipo parec¨ªa estrenar buenas noticias (que Messi es posible que se quede) y el liderato se ofrec¨ªa como una flor caliente. Exquisitos en el ¨¢rea contraria, no culminaron casi nada, y al final esa jugada memorable de Messi y Griezmann, culminada por el jugador siempre deseado, fue lo ¨²nico que qued¨® de esos desechos de esfuerzo est¨¦tico de un equipo que en alg¨²n momento parec¨ªa dirigido por Busquets y por la nada.
Es un fracaso muy serio, porque la ca¨ªda se produce en caliente, cuando todas esas circunstancias parec¨ªan conspirar para que, al fin, el equipo de Koeman dejara en la cancha la esperanza de un final feliz. Pero todo se complic¨® por la falta de entendimiento de una verdad que el f¨²tbol hace religi¨®n: no puedes dejar desamparado el final de la escapada del equipo contrario, y el Granada fue un contrario paciente como el aire de invierno de esa ciudad tan admirable.
No hubo inteligencia en los ¨²ltimos tramos y por dos veces la sangre azulgrana se qued¨® helada en su propia escarcha. Lo siento por Teo Rodr¨ªguez, que desde su ni?ez ilusionada hab¨ªa predicho en Carrusel que ser¨ªa una tarde feliz para colores que comparto.