La Selecci車n y un problema de autoestima
El mismo equipo que entusiasm車 y gole車 a Alemania, empat車 con Grecia, resultado que coloca a la Selecci車n en modo nervioso, pendiente de sus dos partidos con Suecia, rival inc車modo por naturaleza y ahora reforzado con Zlatan Ibrahimovic. Las ausencias de Sergi Roberto y Pau Torres 每titulares contra Alemania- no explican la flojera de ideas del equipo que se encontr車 un rival a la griega. Su entrenador, el holand谷s Van*t Schip, se proclama disc赤pulo de Cruyff, pero en esta ocasi車n eligi車 el modelo ultradefensivo que tanto r谷dito le dio a Grecia en la Eurocopa de 2004.
Espa?a jug車 con energ赤a para defenderse y sin creatividad para atacar. No hizo un mal partido por fatiga o desinter谷s. No sufri車 un ataque de astenia primaveral. Todos los jugadores corrieron, presionaron y se disciplinaron para quitar la pelota. Grecia comprendi車 pronto que esa batalla estaba perdida. Tambi谷n entendi車 que perder el bal車n lejos de su 芍rea no le traer赤a malas consecuencias. Desde el principio, el f迆tbol de Espa?a fue espeso, de una rigidez preocupante.
Con todos sus defectos, concretados en las escasas ocasiones que dispuso, la Selecci車n se dirigi車 a uno de esos partidos que terminan con una victoria por la m赤nima, y aqu赤 dios y despu谷s gloria. Esos partidos, en definitiva, donde el f迆tbol concede una bala al equipo rival y le resulta suficiente. Grecia no registr車 un remate digno de tal nombre en todo el partido, excepto el del penalti, donde ni tan siquiera fue sujeto activo. ??igo Mart赤nez despej車 con claridad y no recogi車 la pierna a tiempo. En el 芍rea le esperaba la pierna de un griego.

Fue un momento desgraciado para un equipo que no estaba para alardes. Marc車 con su primer pase interior del partido, y casi el 迆nico, perfectamente interpretado por Koke como pasador y Morata como rematador. Por afuera, los extremos espa?oles no se impusieron jam芍s, excepto en el rato que Bryan Gil aprovech車 para agitar el arbolito.
Grecia fue impenetrable por el interior y por el exterior, con una masiva cantidad de jugadores dentro y alrededor del 芍rea. Un catenaccio sin pudor, a la antigua, de los que tanto abundaron en los tiempos en que Espa?a empotraba a sus adversarios en el 芍rea, sometidos a una lluvia fina que generalmente les destru赤a.
Espa?a contaba entonces con una colecci車n de maestros en el arte de abrir cerraduras. Ahora atraviesa el necesario periodo de cambio, que Luis Enrique ha interpretado perfectamente. Varios de los j車venes que ganaron la Eurocopa Sub-21 y que participaron en la goleada en el 6-0 contra Alemania 每Ferr芍n Torres marc車 tres goles aquella noche- no brillaron en esta ocasi車n.
Son futbolistas que comienzan su creciente etapa profesional, con la irregularidad que suele acompa?arlos. Sin espacios, Ferr芍n Torres sufri車 un calvario. Es m芍s potente que habilidoso. Dani Olmo es inteligente y astuto, pero qued車 atrapado en una red de piernas. Tampoco Gay角, ni Llorente, perforaron por los costados. Lo intentaron con toda la dedicaci車n del mundo, sin 谷xito casi siempre.
Espa?a es un equipo muy prometedor que necesita espabilarse ahora. El periodo de formaci車n de estos j車venes jugadores tambi谷n pasa por su capacidad para reponerse de las malas experiencias. Son los momentos que marcan el car芍cter de los jugadores y de los equipos. El empate fue malo, muy malo, para la Selecci車n. Ser赤a p谷simo si afectara al peor enemigo del futbolista: la autoestima.