?El mejor del mundo?
Percibimos a algunos jugadores como si no existiese relevo posible para ellos. Son estrellas, y parece que su duraci¨®n no incluye un "se acab¨®". Es como si careciesen de relevo, y detr¨¢s solo aguardase la nada, un pasillo oscuro y vac¨ªo. Tienen apariencia de futbolistas eternos. Ante una larga hegemon¨ªa como la de Messi, uno siempre est¨¢ dispuesto a creer que un a?o m¨¢s volver¨¢ a reinar, a hacer algo grande, como si los buenos tiempos solo diesen paso a los viejos, pero nunca a los malos. Ser el mejor futbolista del mundo se volvi¨® durante mucho tiempo un asunto demasiado sabido, al que no merec¨ªa la pena volver. Pero lentamente nos adentramos en una encrucijada en la que tal vez al fin lo viejo decline y lo nuevo empiece de verdad.
No cae dentro de lo sensato decir que Messi ya no es el mejor del mundo, pero s¨ª que ese trono irradia una luz menos cegadora que en el pasado. Podemos jugar a imaginar el momento en el que el argentino cese como el mejor futbolista del mundo sin comparaci¨®n. Pero solo jugar. Hay apartados en los que la vida se caracteriza por seguir igual d¨ªa tras d¨ªa. Nos regala m¨¢s de lo mismo, hasta que inexplicablemente se acabe.
?Ser¨¢ pronto otro el mejor del mundo? ?Mbapp¨¦? ?Haaland? ?Qui¨¦n? Las grandes leyendas siempre llegan arrasando, j¨®venes, y reinan. Aunque no siempre el trono de mejor jugador del mundo permanece ocupado. Algunas ¨¦pocas no deparan supremac¨ªas tan rotundas como la que implant¨® Messi, y nunca est¨¢ del todo claro qui¨¦n es el due?o del trono. Lo reclaman varios a un tiempo, y en esos casos acaba por no ser de nadie. Eso no evita que no estemos buscando al mejor del mundo todo el tiempo. En cierto modo, es un maravilloso pasatiempo. A saber en qu¨¦ horribles cosas perder¨ªamos las horas si no las emple¨¢semos en discutir qui¨¦n merece ser llamado "el mejor". Necesitamos un referente, identificarnos con un ¨ªdolo. En el fondo, seguramente no soportamos el desorden, y necesitamos que todo est¨¦ apilado, de modo que haya una c¨²spide y un fondo, para interesarnos solo por la c¨²spide.