Alpine arranca al ralent¨ª y sin Alonso
La raz¨®n de ser de un equipo de F¨®rmula 1, de hecho de cualquier otro deporte e igualmente de los deportistas, es la excelencia de la superaci¨®n sintetizada en el ¨¦xito. Lo dem¨¢s puede considerarse accesorio, aunque bien es verdad que algo tan superfluo como las apariencias en ocasiones se antojan sintom¨¢ticas de la ambici¨®n de un proyecto. En ese sentido, debo confesar que la esperada presentaci¨®n de Alpine F1 me ha dejado un tanto fr¨ªo. Y creo que no solo a m¨ª: de las algo m¨¢s de las 16.000 personas que comenzaron presenciando su evento digital en YouTube, menos de la mitad llegaron a su final. Resulta evidente que es complicado mantener la atenci¨®n de las audiencias, aunque en este caso me parece que no hab¨ªa demasiados argumentos para conseguirlo. Las limitaciones a causa de la pandemia se imponen, pero quiz¨¢ algo m¨¢s de lucimiento para la llegada de una marca legendaria a los grandes premios hubiera sido posible.
Echamos mucho de menos, al menos sus seguidores, la participaci¨®n de Fernando Alonso. Parecer ser (no lo pongo en duda, solo que he sido incapaz de encontrar la norma en la que se proh¨ªba la entrada de deportistas de ¨¦lite en Gran Breta?a, excepto procedentes de algunos pa¨ªses considerados como ¡®zona roja¡¯ entre los que figura Suiza) que el asturiano no pod¨ªa viajar hasta Enstone. Lo que me ha sorprendido es la ausencia de alg¨²n tipo de intervenci¨®n telem¨¢tica, del mismo estilo que se adivinaba del resto de los participantes en el evento. Insisto en que es algo anecd¨®tico, lo trascedente es que las palabras de Luca de Meo, el presidente del Grupo Renault, se materialicen: Alpine est¨¢ en la F1 para quedarse y con las m¨¢ximas pretensiones en el medio plazo. En ese momento, la presencia de Alonso s¨ª ser¨¢ indispensable¡