Almuerzo de trabajo triste y final
Jug車 cansado el Barcelona y tir車 al suelo las 迆ltimas esperanzas la LaLiga durmiendo el f迆tbol que le queda. Parec赤a venir de una terapia, pero tir車 por la borda el tratamiento. Fue un partido penoso, como si el conjunto estuviera jugando contra s赤 mismo, presa de una desesperaci車n depresiva que s車lo puede ser justificada por la desgana. Ni el d迆o Pedri-Messi estuvo a la altura, y cuesta escribirlo. La relaci車n de los defectos remite a un defecto sentimental que tiene que ver no s車lo con las recientes heridas sufridas en los campos de juego sino con la amarga historia de sus recientes desencuentros con la realidad.
Koeman dijo el martes que hab赤an recibido, ante el PSG, una lecci車n de realidad; pues este domingo tarde, en este almuerzo de trabajo triste y final que parec赤a una merienda de colegio, el equipo fue incapaz de lavarse la cara para ver mejor c車mo oponerse al C芍diz, que ven赤a con la ambici車n de no ser goleado. Pero el Bar?a ha perdido el poder de convencer. A veces sorprende, nos ofrece una nueva versi車n, golea, pero es un trampantojo, nos hace creer que su calidad va a dar sorpresas, pero la sorpresa suele ser en sentido contrario. Pas車 este domingo. El C芍diz le dio, al final, un amargo postre.
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