Haaland, Mbapp¨¦ o el bajonazo
Parecidos poco razonados. Las comparaciones en f¨²tbol suelen ser precipitadas e irreales, especialmente cuando se habla de futbolistas de diferentes generaciones. Es tentador querer ver a Pedri como el nuevo Iniesta, a Mbapp¨¦ como la reencarnaci¨®n de Ronaldo Nazario o a Haaland como el nuevo Cristiano Ronaldo. La realidad es que, cada jugador, es producto de su talento, de su trabajo, del equipo en el que juegue y, de un tiempo a esta parte, de su posicionamiento dentro de la industria. El franc¨¦s es el heredero porque, es tan extraordinario, que te cambia hasta el plan de negocio. Supongo que los que dec¨ªan que Vinicius era mejor que ¨¦l habr¨¢n claudicado. En ausencia de Neymar y en la cara de Messi, la exhibici¨®n de Kylian result¨® antol¨®gica. Es de los que te levanta del asiento.
Otro perfil de delantero. Haaland es otra cosa: verticalidad, una impresionante coordinaci¨®n para su altura y goles a espuertas, que no es poco. Tiene car¨¢cter hasta para discutir con el entrenador rival con solo 20 a?os y genera terror en los rivales, como pudo comprobar Diego Carlos. Ambos parecen llamados a escribir el futuro. Compararlos con Messi y Cristiano es una insensatez: tienen demasiados t¨ªtulos y muchos Balones de Oro por ganar.
75 millones y la llave de Raiola. Resulta que Haaland tiene un papel firmado para liberarse del Dortmund por lo que ahora parece una ganga, 75 millones de euros, sobre todo si se comparan con los 60 de Jovic. Mino Raiola, que suele ir un paso por delante, se guard¨® un as en la manga por si la eclosi¨®n llegaba antes de lo previsto, como as¨ª ha sido. El problema es que, los que han hecho negocios con ¨¦l, saben que el precio de intermediaci¨®n en la operaci¨®n para el agente va a ser escandaloso. El jugador ya ha hecho su parte: marcar goles como churros y equipararse a Mbapp¨¦, despu¨¦s de sus tres goles, porque nada funciona mejor en la industria del deporte que una rivalidad.
Los nombres de la ilusi¨®n.?Florentino se encuentra entre la pared de la falta de ingresos por la pandemia, adem¨¢s de la ingente inversi¨®n del nuevo Bernab¨¦u y la espada de la desilusi¨®n de sus aficionados, que no entender¨ªan que el Madrid no entrase a pujar por los dos faros que alumbran el futuro del f¨²tbol mundial. Los s¨ªntomas de agotamiento en la actual plantilla son flagrantes y los j¨®venes no llenan el ojo ni de su entrenador. Si Haaland y/o Mbapp¨¦ salen de sus clubes, el Madrid tiene que estar el primero de la fila. En caso contrario, el bajonazo ser¨¢ terrible.