Pasar a la historia
Hace unos a?os tuve el inmenso honor de poder conocer al exjugador y entrenador argelino Rachid Mekhloufi. Cuando nos saludamos por primera vez, un estremecimiento me recorri¨® la columna. Sent¨ª que miraba a los ojos a la historia de la humanidad. Aquella mano que aferraba ahora la m¨ªa hab¨ªa estrechado a su vez la de Charles De Gaulle, la de Ahmed Ben Bella, la de H? Ch¨ª Minh.
Mekhloufi era una de las estrellas del equipo de Francia que iba a disputar el Mundial de 1958. Sin embargo, junto con otros jugadores de origen argelino, decidi¨® escapar de Francia y alistarse en el equipo que el Frente de Liberaci¨®n Nacional hab¨ªa formado para hacer una gira mundial en la que dar a conocer al planeta la situaci¨®n de guerra de la colonia francesa. Mekhloufi tom¨® esa decisi¨®n para obligar a la prensa de la metr¨®poli a contar lo que estaba sucediendo en Argelia, ya que no cubr¨ªan el conflicto, como si no estuviera sucediendo. La ausencia de los jugadores argelinos forzar¨ªa a la prensa francesa a dar una explicaci¨®n, a hablar de la guerra.
Su sustituto en el once franc¨¦s en aquel Mundial fue Just Fontaine, quien anot¨® trece dianas en la fase final y sigue siendo hoy el m¨¢ximo goleador del torneo. Cuando le pregunt¨¦ a Mekhloufi si no le daba pena no haber pasado a la historia de los mundiales, me contest¨® sonriendo: "Cuando camino por cualquier calle en Argelia los padres me saludan, los ni?os me besan la mano. La gente me quiere. Eso es pasar a la historia. No lo cambio por ning¨²n m¨¦rito deportivo".
Este peri¨®dico elabor¨® hace poco un once de leyendas. Los expertos lo eligieron por puros m¨¦ritos deportivos. Sin embargo, lo que hace en el campo es solo una parte de la dimensi¨®n de un jugador. Si yo pienso en mis h¨¦roes, actuales y pasados, me doy cuenta de que confluyen en ellos lo que hicieron en el templo y en la sociedad. Otros fueron muy buenos en el campo, pero los Iribar, S¨®crates, Predrag Pasic, Kenny Dalglish, Robbie Rogers, Osvaldo Ardiles, Eric Cantona, Afonsinho, Thomas Hitzlsperger, Carlos Caszely, esos fueron muy buenos tambi¨¦n fuera.