Sevilla, Levante, Bar?a, Athletic... la Copa

Sevilla, el martes, Levante y Bar?a el mi¨¦rcoles, Athletic anoche. Esos son los semifinalistas de Copa, que ir¨¢n hoy al bombo. Los ganadores de unos cuartos de final soberbios, en los que nos hemos saciado de emoci¨®n. Sin tanta brillantez como los partidos anteriores, el de sevillanos y bilba¨ªnos se carg¨® de inter¨¦s al final, cuando el Athletic consigui¨® meterse en la pr¨®rroga por una rendija. Fue un cabezazo de Ra¨²l Garc¨ªa, jugador veterano que merece algo m¨¢s que una nota a pie de p¨¢gina en la historia de nuestro f¨²tbol. Jugador tenaz, comprometido, insistente y con capacidad de gol, que complet¨® su noche con un penalti a lo Panenka.

D¨ªas felices para el Athletic, campe¨®n de Supercopa, semifinalista de esta Copa, y con la final de la anterior, ante la Real, fijada para el 3 de abril. No podr¨¢ ser con gente, no se pod¨ªa retrasar m¨¢s, as¨ª que tendremos la particularidad de un a?o con dos finales. Qui¨¦n sabe si en las dos estar¨¢ el Athletic. El cartel de las semifinales queda rico, a pesar de la ausencia de los dos madrile?os.?Son tres equipos de campanillas a los que se une el Levante, que no hab¨ªa llegado a esas alturas desde 1935. La Copa agradece las sorpresas, ¨¦sta las ha tenido grandes durante todo su transcurso, y ahora premia al Levante que aprovecha para insistir en su reivindicaci¨®n de la Copa de la Espa?a Libre.

Pero la gran noticia de estos cuartos ha sido sin discusi¨®n la forma en que ha emergido el Bar?a. Todav¨ªa no hab¨ªa soltado un partido pleno y esta vez lo hizo, reuniendo excelencia y entusiasmo. Fue un d¨ªa que acredit¨® al grupo, a su conductor, Koeman, y a Griezmann, la estrella bajo sospecha desde que lleg¨®. Esta vez el Bar?a fue uno para todos y todos para uno, y hasta sus fallos en defensa, que no faltaron, le sentaron bien, porque pusieron la cosa tan dif¨ªcil que superar la prueba supone un antes y un despu¨¦s. Con su 3-5 en Granada, el Bar?a ha encontrado el sosiego que le ven¨ªa faltando, y fuerza moral para afrontar el resto de la temporada con una nueva fe.