Messi y el Atl¨¦tico en el centro de la escena
El Camp Nou obligadamente vac¨ªo nos dej¨® sin conocer la respuesta del socio cul¨¦ a la publicaci¨®n del contrato de Messi. Personalmente, creo que hubiera habido una reacci¨®n m¨¢s bien favorable al jugador. All¨ª se ha disfrutado much¨ªsimo de ¨¦l, y despu¨¦s de todo, no hay tanta diferencia entre lo que se pensaba y lo que hay. El conto es mayor de lo que corr¨ªa e impresiona verlo en detalle el ejercicio de pleites¨ªa que representa ese contrato, pero ning¨²n cul¨¦ buscar¨¢ en Messi la causa de la ruina econ¨®mica del Bar?a. M¨¢s bien en cosas como los fichajes de Coutinho y Demb¨¦l¨¦. O en la p¨¦rdida de las taquillas por la pandemia, como tuite¨® ayer Javier Tebas.
En todo caso, Messi sali¨® ante el Athletic mucho m¨¢s aplicado de lo que suele. Es sabido que los enfados le hacen jugar mejor, y ayer estaba de verdad enfadado, sin duda contra su sospechoso de haber facilitado los papeles a ¡®El Mundo¡¯. Con ¨¦l tocando la corneta y el viento a favor, el Bar?a tuvo un arranque magn¨ªfico, coronado con un golazo del genio en golpe franco. El Athletic aguant¨® el chaparr¨®n y en la segunda mitad, con el viento a sus espaldas, empat¨® y hubo ratos en que el resultado parec¨ªa incierto. Lo resolvi¨® una preciosa jugada Demb¨¦l¨¦-Mingueza-Griezmann, gol celebrad¨ªsimo por todos. El Bar?a iguala al Madrid y da la impresi¨®n de que crece.
Pero a primera hora de la tarde el Atl¨¦tico hab¨ªa mandado a sus perseguidores, si es que hay alguien que se sienta de verdad como tal, el mensaje de abandonar toda esperanza. Su victoria en C¨¢diz le mete ya en 50 puntos con 19 partidos, al ritmo de 100 al final del campeonato. Luis Su¨¢rez, el ¨ªntimo de Messi cuya salida desencaden¨® el fax de ¨¦ste, sigue en estado de gracia. El Atl¨¦tico tiene los goles que no ten¨ªa, y aunque ayer el C¨¢diz, que a su vez tiene a un magn¨ªfico Negredo, se creci¨®, apret¨® y sac¨® los colores a la defensa atl¨¦tica, los del Cholo ganaron con ese contundente 2-4. Son 16 victorias, 2 empates y una derrota. ?Qui¨¦n le pone el cascabel a ese gato?