Odegaard contra Odegaard
Creo que nadie duda de la calidad de Odegaard, tampoco de que el a?o pasado fue uno de los mejores jugadores de la Liga en la Real Sociedad. Se vio entonces que tiene una visi¨®n de juego exquisita y un talento extraordinario para filtrar ¨²ltimos pases. Tambi¨¦n que posee la personalidad labrada desde peque?o para liderar equipos, para ser el jefe. Lleva mucho tiempo siendo el objetivo de las c¨¢maras. Esa presi¨®n le persigue desde los 16 a?os. Pero, incluso con todo eso, ha quedado claro que la llamada del Madrid en verano le vino grande.
Habr¨¢ quien piense que Zidane no apost¨® lo suficiente por ¨¦l y est¨¢ en lo cierto. Son gajes del oficio, en cualquier caso, y sobre todo en un club como el Madrid. En realidad quien no apost¨® por Odegaard ha sido el propio Odegaard. Nunca se autoconvenci¨® de que su decisi¨®n hab¨ªa sido la mejor. En su interior ten¨ªa el pensamiento de que le hubiera favorecido seguir otro a?o cedido en San Sebasti¨¢n en vez de tratar de triunfar cuanto antes en el Madrid. Adem¨¢s, cuando tuvo minutos no los aprovech¨® ni respondi¨® a la confianza del club que de verdad crey¨® en ¨¦l siendo un ni?o.
Lo peor ha sido su decisi¨®n de salir en invierno. En vez de asumir su destino, lo ha querido cambiar como el ni?o caprichoso al que nada contenta. No volver¨¢ a la Real, lo que hubiera resultado m¨¢s l¨®gico ya que conoce el contexto y hubiera podido disputar la final de Copa que ¨¦l se gan¨® el curso pasado. Su elecci¨®n ha sido el Arsenal para pelear en la mitad de la tabla de la Premier. S¨¦ de otros jugadores que empezaron su declive por esta misma v¨ªa.
Ocurre en el f¨²tbol que cuando uno no siente los desaf¨ªos como suyos est¨¢ m¨¢s cerca de la median¨ªa que de la ¨¦lite. Odegaard, con s¨®lo 22 a?os todav¨ªa, tiene f¨²tbol en sus botas para hacer a¨²n lo que quiera, pero tambi¨¦n necesita un ba?o de realidad que le haga ver que su trayectoria profesional no pasa de Stromsgodset, Castilla, Heerenveen, Vitesse y la buena temporada en la Real, adem¨¢s de los partidos sueltos con el Madrid. Es decir, poco o nada. No es el Madrid el que debe hacerle ver eso; es el propio Odegaard quien debe darse cuenta...