Carolina es de oro
Carolina Mar¨ªn ha arrancado este 2021 con dos desaf¨ªos de oro en la cabeza: revalidar su t¨ªtulo ol¨ªmpico en Tokio en verano y sumar su cuarta corona mundial en su casa de Huelva en oto?o. Dos ambiciosos objetivos que se presentaban cuesta arriba para la andaluza. No por su calidad y por su garra, ya demostradas durante toda su carrera, sino por los dos espinosos a?os que ha tenido que superar. En enero de 2019 se rompi¨® el cruzado de una rodilla, una lesi¨®n que la mantuvo siete meses en el dique seco, aunque aquella misma temporada logr¨® regresar y ganar torneos. De hecho, sus ¨²ltimas victorias databan de aquel diciembre. El 2020 comenz¨® a¨²n peor, con el accidente laboral que acab¨® en julio, cinco meses despu¨¦s, con la vida de su padre, Gonzalo. Una tr¨¢gica noticia aderezada por los efectos de la pandemia, que tampoco permitieron encarar el curso con regularidad. Aun as¨ª, disput¨® dos finales.
Con esa carga en la mochila, Carolina viaj¨® a primeros de este a?o a Bangkok, donde la Federaci¨®n Internacional de B¨¢dminton ha montado una burbuja con los mejores jugadores del planeta y con tres relevantes competiciones, a las que nadie sab¨ªa exactamente en qu¨¦ momento de forma llegaba. ¡°Un t¨ªtulo siempre es una alegr¨ªa, pero no se trata tanto de ganar, como de recuperar sensaciones¡±, dec¨ªa la onubense en las fechas previas. Pues las sensaciones han vuelto, y tambi¨¦n los t¨ªtulos. Caro ha dominado de forma consecutiva los dos torneos de Tailandia, ambos ante la n¨²mero uno del mundo en la final, la china Tai Tzu Ying, y sin ceder ning¨²n set. Tras la conquista del primero, Mar¨ªn se acerc¨® a la c¨¢mara y dijo: ¡°Te quiero, papi¡±. Unas semanas antes de volar, Carolina hab¨ªa presentado su libro ¡®Puedo porque pienso que puedo¡¯, esa frase de referencia que le dijo su primer psic¨®logo, que le ha servido para crecer, y que ahora alimenta tambi¨¦n con el recuerdo de su padre para encontrar la motivaci¨®n ante sus grandes retos¡ Desaf¨ªos de oro.