El Madrid compra calma en Vitoria
Era el Centenario del Alav¨¦s con el Madrid como visitante y el club se acord¨® de Berasaluce, guardameta de los cincuenta compartido por ambos equipos. El Alav¨¦s lo traspas¨® al Real Madrid de Di St¨¦fano, donde rindi¨® buenos servicios como suplente de garant¨ªas en la mejor ¨¦poca del club. Ah¨ª estaba, nonagenario, en silla de ruedas, con una nieta vestida del Alav¨¦s y el 100 a la espalda para hacer el saque de honor. Bonito detalle, como lo fue el de colocar en el marcador una gran foto del empleado que cumpli¨® el encargo de servir al club durante medio siglo, Donato D¨ªaz Villaluenga. Fue una fiesta a campo vac¨ªo, pero el Alav¨¦s supo honrar la fecha.
Sobre el campo s¨®lo lo intent¨®. Sali¨® bien, agobiando al Madrid en la salida y dispuso de las primeras oportunidades. Pero poco a poco el Madrid consigui¨® salir, su media se hizo con el partido y restableci¨® la situaci¨®n. Modric estaba con todas las luces encendidas y a ¨¦l se uni¨® Benzema. Despu¨¦s de un arranque de campeonato excelente, el franc¨¦s ha pasado un peque?o bache del que ha regresado. Otra vez fue el atacante inspirado y profundo del arranque de temporada y despach¨® el partido con dos goles, los dos de m¨¢s m¨¦rito del Madrid. En los otros hubo negligencia defensiva local. En el primero, un c¨®rner, Lejeune no disput¨® el bal¨®n a Casemiro. En el tercero el equipo sali¨® mal, Kroos rob¨® y encontr¨® a Hazard sin marcaje.
El Alav¨¦s se intent¨® enmendar en la segunda mitad, cuando entr¨® Lucas, entre otros, pero su reacci¨®n no le dio m¨¢s que para el gol del honor. No lleg¨® a preocupar al Madrid, que con este 1-4 ha comprado una semana de paz. No hay duda de que a Zidane no le van a fallar sus pretorianos. Sin embargo, queda la sombra del ataque, donde el salto entre Benzema y cualquier otro es enorme. Asensio se fue ayer sin hacer nada, y Hazard se movi¨® algo y caz¨® un gol, pero est¨¢ lej¨ªsimos de aquel jugador relampagueante que conocimos. Cuando Benzema est¨¢ tan extraordinario como anoche resuelve el ataque por s¨ª mismo, pero eso no ser¨¢ siempre.