El hombre que siempre triunf¨® en el Real Valladolid

Vicente Cantatore ha muerto. Estamos hablando, con total seguridad, del entrenador m¨¢s idolatrado por la afici¨®n del Real Valladolid de toda su historia. Tres triunfos contundentes en tres etapas distintas adornan su palmar¨¦s como t¨¦cnico del conjunto blanquivioleta. Lo que aport¨® en rendimiento y resultados hace que ahora parezcan cosa menor las dos salidas muy conflictivas del club que tuvo, de las tres veces, tambi¨¦n, que abandon¨® la entidad pucelana. Es momento, por encima de todo y como ¨¦l siempre dec¨ªa, ¡°sin lugar a dudas¡±, de loar tres etapas explosivas, casi irrepetibles. Cantatore lleg¨® a Valladolid en la temporada 1985-86. Meses antes del comienzo, Ram¨®n Mart¨ªnez, un director deportivo extraordinario, ya hab¨ªa atado su presencia en Valladolid tras sus grandes ¨¦xitos en el Cobreloa chileno. Cantatore era chileno, aunque su lugar de nacimiento fue Argentina. Su primer a?o en Zorrilla fue magn¨ªfico. Mitad de tabla para el modesto Valladolid y un f¨²tbol total que dio ese a?o para ganar al Atl¨¦tico en el Calder¨®n 1-4 y o al Real Madrid en Zorrilla 3-2. Se recuerda todav¨ªa un empate a tres en San Mam¨¦s despu¨¦s de un recital futbol¨ªstico vallisoletano. El a?o en el que Cantatore se invent¨® de la cantera a Torrecilla y Juan Carlos como laterales, el a?o de los chilenos Pato Ya?ez y Aravena, la cesi¨®n de Andrin¨²a. Fue una gran temporada.

Pero al a?o siguiente, tras el primer partido de la temporada y derrota en Las Palmas, Cantatore peg¨® la espantada, se march¨®. Primera vez en la que sus diferencias con la directiva por los fichajes hac¨ªa explotar todo. Diez a?os despu¨¦s volver¨ªa a pasar. Pero no tardar¨ªa en regresar. Cuando Miguel ?ngel P¨¦rez Herranz accedi¨® a la presidencia, lo primero que hizo fue viajar a Chile para convencer a Cantatore de su vuelta a Espa?a, a Valladolid. Y as¨ª fue. Dirigi¨® al conjunto pucelano en las temporadas 1987-88 y 88-89 con resultados asombrosos. El primer a?o octavos y al siguiente sextos y a la final de Copa del Rey. Desde entonces y hasta hoy el Valladolid no ha podido volver a hacer algo igual. Fue la etapa del 2-4 hist¨®rico en el Camp Nou. Se gan¨® en Valencia por primera vez, se gole¨® al Sevilla. Cantatore se invent¨® a Fernando Hierro. Blind¨® al equipo en defensa y se abon¨® al 1-0. ?l lo defini¨® bien: ¡°Si se aburren, yo no me aburro. En el f¨²tbol solo se divierte el que gana¡±. Lo hizo tan bien que lo fich¨® el Sevilla.

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Y su tercera etapa tampoco decepcion¨®. A mediados de los noventa. Con el equipo hundido a 8 puntos del pen¨²ltimo, el club ces¨® a Rafa Ben¨ªtez y repesc¨® a Cantatore en busca del milagro. Al llegar, lo primero que dijo fue: ¡°Pensaba que el arquero del Valladolid no ten¨ªa manos¡­por los goles que est¨¢n encajando¡±. Su aportaci¨®n en tiempo r¨¦cord fue impresionante y salv¨® al equipo, victoria incluida en el estadio del que despu¨¦s ser¨ªa el campe¨®n, el Atl¨¦tico de Madrid. Al a?o siguiente hizo otra gesta y con la misma plantilla que en su d¨ªa le hab¨ªa hecho Redondo a Ben¨ªtez, el chileno puso s¨¦ptimo al club de Marcos Fern¨¢ndez y otra vez a Europa.

Incomprensiblemente, al a?o siguiente, cuando todo tendr¨ªa que haber sido una balsa de aceite, un disfrute, todo empez¨® torcido. Cantatore y la directiva, los hermanos Fern¨¢ndez y el director deportivo Ram¨®n Mart¨ªnez, con Marcos Fern¨¢ndez padre enfermo ya de muerte en Estados Unidos, se enfrentaron. Al parecer el t¨¦cnico quiso imponer algunos fichajes que el club no permiti¨®. Apareci¨® el nombre del intermediario Rubolotta, amigo de Cantatore, y todo se enfang¨® de manera lamentable. La noche m¨¢s infame de la historia del Real Valladolid se vivi¨® con un enfrentamiento p¨²blico penoso entre el chileno y el hijo del presidente del club en un programa de radio. Fue la primera y ¨²nica vez que este pa¨ªs vivi¨® retransmitido en directo el despido de un entrenador. Fue un golpe dur¨ªsimo para toda la ciudad y los dos fueron culpables de tal sainete, Cantatore y Marcos Fern¨¢ndez hijo. El ¨²nico beneficiado, Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa. As¨ª concluyeron para siempre los d¨ªas de Cantatore como t¨¦cnico del Valladolid. Ha pasado el tiempo y nadie sabe muy bien si los due?os fueron los culpables o fue Cantatore quien provoc¨® su salida como lo hizo una d¨¦cada antes cuando abandon¨® al Valladolid. Yo recuerdo esos d¨ªas como de los m¨¢s duros que ha vivido esta entidad, con la afici¨®n volcada con Cantatore y enfrentada abiertamente a los propietarios. Fue todo muy desagradable y creo que evitable por ambas partes.

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Pero Cantatore ha muerto. Nadie ha sido ni ser¨¢ perfecto. ?l tampoco, pero sus equipos rindieron al m¨¢ximo. Nunca tuvo el Valladolid a un entrenador tan capaz de sacar lo mejor de un equipo, de ganarse a la afici¨®n y de ganarse tambi¨¦n a una ciudad. Me quedo con todo lo bueno que aport¨®. Lamento su muerte y me guardo el recuerdo de un buen trato personal, llamaba sabuesos a los periodistas, por encima de todo. Ese es el recuerdo que guardar¨¦ de ¨¦l. Tipo inteligente, gran psic¨®logo. Ya es leyenda. Vicente Cantatore Socci.