Menos genios, m¨¢s ordenador, menos goles
Ya es un hecho: LaLiga pierde goles. No hace mucho nos acerc¨¢bamos a los 3 por partido, ahora tenemos el promedio m¨¢s bajo de las cinco grandes ligas, un regresivo 2,41. Pr¨®ximo ya al 2,33 de la 68-69, cuando Amancio y G¨¢rate compartieron pichichi con 14 goles. Ah¨ª se lleg¨® descendiendo a?o a a?o desde un promedio que hasta los cincuenta sol¨ªa pasar de cuatro goles. El descenso se aceler¨® en los sesenta, lo que se atribuy¨® a la influencia mal¨¦fica del ¡®catenaccio¡¯ italiano. Adem¨¢s no hab¨ªa tarjetas y los defensas pegaban mucho. Pero ahora hay tarjetas, se pega menos, con el VAR se pitan m¨¢s penaltis e Italia llega al 3,17.
Se ha ido Cristiano, claro, pero con ¨¦l se va un gol por partido¡ del Madrid. Un 0,1 de promedio. Messi ha bajado algo, vale, quitemos otro 0,05. Pero la causa hay que buscarla m¨¢s en un campeonato extremadamente controlado por la t¨¢ctica. Se ha impuesto un f¨²tbol de planteamiento, en el que se estudia al m¨¢ximo la forma de anular las virtudes del rival. Hay toda una escuela en ese arte, favorecida por los avances t¨¦cnicos, y una nube de especialistas que trabajan para el entrenador. Hay quien trata de frenar al rival arriba, caso Bordal¨¢s, hay quien espera atr¨¢s, caso Cervera, pero son mayor¨ªa los que parten de anular al rival.
Esta visi¨®n ¡®pizarr¨ªstica¡¯ del f¨²tbol que ha adquirido primac¨ªa hasta en la forma de contar los partidos. En las transmisiones, en las cr¨®nicas, abunda m¨¢s que nunca antes la informaci¨®n de las variantes t¨¢cticas, con t¨¦rminos que hasta hace poco no se utilizaban, m¨¢s que en el lenguaje especializado de los entrenadores. El efecto conjunto de la marcha de Cristiano y la desafecci¨®n (espero que pasajera) de Messi, m¨¢s las retiradas de los Xavi, Iniesta, Casillas y compa?¨ªa, ha trasladado el poder a los banquillos. Y si el juego no depende de futbolistas grandes sino del trabajo de ordenador de los t¨¦cnicos por fuerza habr¨¢ menos goles.