Messiadictos y Messiesc¨¦pticos
El f¨²tbol esforzado y serio del Eibar de Mendilibar sac¨® un punto del Camp Nou. Un chasco para el Bar?a, que en Valladolid gan¨® con gran jerarqu¨ªa luciendo ese traje reci¨¦n cortado por el sastre Koeman, con tres centrales. El traje de anoche era el mismo, pero no el equipo que lo visti¨®, pues faltaron Jordi Alba y Messi. El primero por causa de fuerza mayor, tarjetas; el segundo, porque le plugo prolongar sus vacaciones. No es la primera vez. Con permiso, se apresur¨® a comunicar el Bar?a. Como tras esa primera explicaci¨®n se not¨® cierta rechifla, lanz¨® luego la especie de una lesi¨®n de tobillo que en Valladolid no se vio.
Dos puntos que no volver¨¢n, porque as¨ª es LaLiga. Y un empate que llega en mal momento, cuando en Barcelona comienza a surgir una corriente Messiesc¨¦ptica que se hace notar poco a poco. Entre los propios candidatos se nota que no todos le ensalzan con el mismo calor. Y hasta se ha dado el hecho de que el presidente de la gestora, Carles Tusquets, dijera que desde el punto de vista econ¨®mico hubiera sido conveniente dejarle salir este verano. No fue oportuno, pero reflejaba una realidad. Y nos hizo descubrir que decir cosas as¨ª ya no es tan sacr¨ªlego en el mundo cul¨¦ como lo hubiera sido hasta hace muy poco.
El Bar?a pudo ganar sin Messi. Hasta debi¨® ganar. En el empate pesaron un penalti fallado por Braithwaite, un gol anulado a este por el pelo de una gamba, una melonada de Ara¨²jo castigada con un buen gol por Kike Garc¨ªa y varias ocasiones falladas. Pudo ganar pero empat¨® con Messi, reci¨¦n llegado, en la grada. Y si J¨²nior supli¨® con decoro a Jordi Alba (dio el gol que no vali¨® y el que vali¨®), a Messi le supli¨® Griezmann, que volvi¨® a no dar la talla. Para los Messiadictos se confirma la imprescindibilidad del ¨ªdolo. Los Messiesc¨¦pticos argumentar¨¢n que no estuvo por pereza. Y que no aclara si piensa seguir o no.