La Superliga no mejora la Champions
El proyecto de Superliga de la ECA (agrupaci¨®n que mangonean los clubes m¨¢s ricos) lleva impl¨ªcito el menoscabo de los campeonatos nacionales, pero no es esa la ¨²nica objeci¨®n que se le puede poner. El proyecto propone sustituir el modelo actual de Champions por un sistema de liga (con grupos entremezclados, pero liga al fin) que desembocar¨ªa en una fase final de ocho. M¨¢s partidos, m¨¢s choques entre clubes punteros. Un Madrid-United o un Bar?a-Bayern dejar¨¢n de ser hechos excepcionales. Partidos que ahora deslumbran como acontecimientos extraordinarios perder¨¢n esa propiedad. Pasar¨¢n a ser algo cotidiano.
?Por otra parte, el modelo de hoy se basa en los clubes-mito, esos que dominan en sus pa¨ªses y llegan muy arriba en la Champions... Si hubiera Superliga, a algunos les tocar¨¢ andar por en medio o peor y no ser¨¢ grato para sus aficiones acostumbradas a otra cosa. Acabar entre los ocho primeros y entrar en la fase final puede ser acicate, pero eso tiene el precio de crear mayor¨ªa de partidos intrascendentes. Habr¨¢ emoci¨®n en torno al octavo puesto, s¨®lo ah¨ª. El baloncesto ha pagado caro la abundancia de partidos en los que no gana mucho por ganar ni se pierde mucho por perder. El f¨²tbol no debe recorrer ese camino. Ya se sabe d¨®nde lleva.
La Champions procede de la vieja Copa de Europa, a la que iba el campe¨®n de cada pa¨ªs. La UEFA lleva a?os cediendo ante los clubes-mito y ya hace a?os que no van los campeones de los pa¨ªses de menor nivel y s¨ª hasta cuatro representantes de las mejores ligas, cuyos clubes m¨¢s ricos se han convertido en aspiradoras que absorben los mejores futbolistas de cualquier parte del mundo desde la edad de promesas. Pero no les basta, le puede la codicia. No veo sentido a este plan, que aparte de desertizar m¨¢s a¨²n todo el f¨²tbol exterior a ese para¨ªso artificial que imaginan, pretende sustituir una Champions que funciona por una aventura peligrosa.