Las manos se nos van de las manos
Llegados a este tramo de la competici¨®n, negar el gran problema que tenemos con el criterio sancionador de la mano punible ser¨ªa de una gran irresponsabilidad. Y escudarse en que la mano es el concepto m¨¢s dif¨ªcil de concretar ser¨ªa lo mas c¨®modo.
Tantos cambios de criterio que se han venido dando han llevado a un estado de confusi¨®n nunca visto. La cr¨ªtica, desde el mas absoluto respeto, que hizo Dani Carvajal al termino del Eibar-Real Madrid tiene que llamar a la reflexi¨®n ya no del arbitraje, sino del f¨²tbol. Que un jugador reconozca que no sabe cu¨¢ndo una mano es punible o no deja en una indefensi¨®n absoluta a los participantes en el juego, y esto no se basa en una opini¨®n personal, sino en un sentir general entre aficionados y profesionales del futbol.
Una vez dicho esto, estamos en el tiempo de buscar soluciones y no culpables. Yo doy mi modesta opini¨®n para abrir un debate que nos lleve a una soluci¨®n consensuada entre todas las partes, porque siempre digo que el reglamento no es de los ¨¢rbitros: es del f¨²tbol.
Para empezar, yo dejar¨ªa las manos como estaban antes de tanto cambio de concepto. Es decir, manos de rebote, apoyadas en el suelo y con los brazos por debajo de los hombros, no deber¨ªa sancionarse ninguna. Por supuesto, las manos de espaldas, tampoco. A partir de ah¨ª, hay que sancionar el gesto, el movimiento que provoca que el bal¨®n impacte con la mano o con el brazo. Y ah¨ª hay aspectos que considerar: ?el jugador ha visto el bal¨®n y ha podido evitarlo? Si tiene el brazo colgando y el bal¨®n impacta en ¨¦l o en la mano, ?ha tenido tiempo de retirar el brazo el defensor o lo dej¨® intencionadamente en esa posici¨®n porque as¨ª le interesaba?
Resumo, una vez descartadas las que no son, se debe fijar un criterio de las que son y tenerlo claro. Tampoco hay tantas manos. Es cuesti¨®n de conocimiento del esp¨ªritu del juego y la filosof¨ªa de la regla. ?Que invita la regla a sancionar como acto punible? Toda acci¨®n dolosa debe estar contemplada por la norma a efectos de infracci¨®n.