El efecto Laporta dur車 medio partido
La divertida audacia de Laporta al tirarse de espont芍neo en la zona cero del madridismo anuncia el fin del tiempo depresivo del Bar?a. Ya era favorito para las elecciones y m芍s lo ser芍 ahora, a juzgar por lo tocados que se vio a los rivales en sus respuestas, pero s赤 ha invertido el aire en el barcelonismo, l迆gubre desde los sucesos del verano y falto de referentes toda vez que el presidente se evapor車 y el capit芍n y mago Messi mantiene el secreto sobre sus intenciones. Estas semanas he visto a todo el barcelonismo como a Koeman: desconcertado, con cara de esperar que pase algo. Bueno, pues ya ha pasado: Laporta ha recogido la bandera ca赤da.
En Madrid cre車 una sensaci車n equ赤voca. A algunos les pareci車 una provocaci車n, pero eso es algo dif赤cil de defender dada la sutil cortes赤a de la leyenda que acompa?aba la foto. A otros les enorgulleci車 la confirmaci車n de que el Madrid ocupa un lugar indesplazable como obsesi車n en la mente del cul谷. Pero eso le dar芍 igual a Laporta, que no se dirig赤a a madrile?os, sino al censo cul谷, que votar芍 presidente el 24 de enero. ※Aqu赤 estoy yo, sin miedo a nada -vino a decir-. Ya lo hice una vez y puedo volver a hacerlo si quer谷is§. Su aparici車n valiente cuan original junto al Bernab谷u levant車 un ventarr車n que espant車 las nubes en Barcelona.
Y hasta anim車 al equipo, aunque s車lo fuera durante un tiempo. La primera mitad del Bar?a me pareci車 estupenda, descontado alg迆n agujero atr芍s. Messi se anima y va reconvirtiendo su juego, con m芍s distribuci車n y menos acciones individuales, Pedri crece, De Jong, m芍s adelantado, funcion車. Durante la primera mitad mand車 el Bar?a, aunque el resultado se le quedara corto por fallos (uno de Griezmann inaudito) ante la puerta. Pero en la segunda se desmoron車, los cambios no resultaron, mand車 la Real y aquello no acab車 en empate de milagro. Misterios de este Bar?a convaleciente al que Laporta trata de reanimar.