?Habr¨¢ cambios en Ferrari?
Razones de salud apartan a Louis Camilleri de su responsabilidad como consejero delegado de Ferrari. La compa?¨ªa, en la que se incluye su departamento de competici¨®n, pierde a su m¨¢ximo ejecutivo y deber¨¢ buscar a la persona indicada para ponerse al frente de mucho m¨¢s que una marca de coches, hablamos de una leyenda. La influencia de un directivo de este posicionamiento en el proyecto de F¨®rmula 1 es superior a la que inicialmente se podr¨ªa imaginar, se?ala el rumbo de la empresa en el que se incluye la inversi¨®n destinada a la competici¨®n y la filosof¨ªa del equipo. Las carreras est¨¢n en el ADN de Ferrari y eso no cambiar¨¢, se trata de una diferencia significativa frente a otros grandes nombres del sector de la automoci¨®n, que pueden ir y venir de los circuitos. Sin embargo, s¨ª pueden modificarse matices con la llegada de un nuevo CEO a Maranello.
La paciencia, la visi¨®n m¨¢s o menos cortoplacista, el retorno de la inversi¨®n o el cuidado de la imagen son aspectos que dependen de los altos directivos, ya que afectan al desarrollo y actividad de la marca. Se delegan, por supuesto, en los responsables de competici¨®n, que deben reportar antes sus jefes e interpretar con acierto las l¨ªneas maestras que les imponen. Montezemolo ten¨ªa unos criterios diferentes a los de Sergio Marchionne, al igual que ¨¦ste a su vez de Camilleri. Todos deben respetar el legado de la Ferrari (el presidente John Elkann vigila), aunque la manera de hacerlo admite variaciones, suficientes para afectar al devenir de los acontecimientos en la escuder¨ªa. Habr¨¢ que estar atentos, pues, al nombramiento de un nuevo consejero delegado, a su sinton¨ªa con las carreras y, sobre todo, a su discurso respecto a ellas.