El Arrebato de Vini
Era una final.?Pues s¨ª. No era el C¨¢diz, no era el Alav¨¦s, no era el Shakhtar. Era el Sevilla de Lopetegui, que termin¨® mordiendo el polvo ante el Madrid de Zidane como antes le pas¨® al Bar?a de Koeman y al Inter de Conte (por partida doble). La clave de esta ciclotimia futbol¨ªstica est¨¢ en la manera en la que afrontan esta temporadas los vigentes campeones de Liga estos partidos de Puerta Grande. Sucedi¨® en el Cl¨¢sico del Camp Nou (1-3), en los dos envites con el Inter (3-2 en Valdebebas y 0-2 en San Siro) y en este partido del Pizju¨¢n en el que Courtois disfrut¨® de una tarde pl¨¢cida hasta los ¨²ltimos minutos. Para m¨ª es definitivo el respaldo del vestuario a Zizou. Si en una empresa los empleados no aguantan al jefe, no esperen r¨¦cords de ventas en la cuenta de resultados. Pero si los currantes admiran y respetan al jefe, por mal que vayan las cosas, terminar¨¢n haciendo horas extras si hace falta para mantenerle en el cargo. El equipo hizo un ejercicio de solidaridad ante la ausencia del tr¨ªo que siempre mete testosterona y liderazgo (Ramos, Carvajal y Valverde), demostrando al Plan A del Sevilla (el B fue el que se llev¨® cuatro del Chelsea el pasado mi¨¦rcoles) que este Madrid unido y arm¨®nico sabe suplir sus carencias evidentes en los d¨ªas de verdad.
Factor Vinicius. Pero el MVP del bals¨¢mico triunfo de Nervi¨®n fue de nuevo este chaval de 20 a?os que lleg¨® desde R¨ªo de Janeiro con un saco lleno de regates, ilusiones desbordadas y buen rollo. Su sonrisa, di¨¢fana y sana, es la sonrisa del Madrid en tiempo de hambruna y apreturas. Fue el que m¨¢s desequilibr¨®, el que m¨¢s la pidi¨®, el que m¨¢s se ofreci¨® al espacio, el que m¨¢s presion¨® del tridente de arriba, el que transmiti¨® que con el empate no le val¨ªa. El brasile?o ha entendido perfectamente el ADN del Madrid, peleado eternamente con la especulaci¨®n y el conformismo. Precisamente en esa fase de confort, con 0-0 tras el descanso y el Sevilla empezando a espabilar, lleg¨® el gol de la fe, de la esperanza, del rescate en la lucha por el t¨ªtulo de Liga. Lo digo claro y alto. Eso es gol de Vinicius. Se lanza a por una pelota de Mendy que parec¨ªa inalcanzable y de ese acto de fe nace el fallo de Yassine Bounou. El marroqu¨ª iba a acolchar c¨®modamente el bal¨®n, pero Vini remata con la puntera lo justo para cambiarle la idea y forzar el fallo del portero sevillista. Gol de listo, de estar enchufado, de ambici¨®n alimentada con la picard¨ªa del f¨²tbol de favela. Vini es un tesoro y conviene cuidarle. Menos cachonde¨ªto con ¨¦l y m¨¢s valorar el diamante que tiene Zidane en sus manos. Gol de oro. Obrigado, chaval.
Modric, felices 35. El mejor del centro del campo, con mucha diferencia. Modric estuvo omnipresente en el corte (fue el que recuper¨® m¨¢s balones) y en la confecci¨®n. Sus 35 a?os son ficticios. Juega como si tuviera 25. Es el motor del equipo y su jerarqu¨ªa se la gana en cada partido. Insustituible.
Otras dos finales. Era muy importante empezar as¨ª la semana m¨¢s trascendente del curso. Y m¨¢s a¨²n con la nueva derrota del Bar?a del burofaxizado Messi, que vuelve a arrugarse en cuanto tiene enfrente a un rival con orgullo y que pone el 150% de intensidad. Ese Cai, o¨¦. La risa va por barrios. Ahora podemos pensar en una noche europea feliz con los alemanes del Gladbach, el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, y completar la trilog¨ªa feliz del calendario prenavide?o con ese derbi ante el Atleti del Cholo que apetece m¨¢s que nunca. Los dos partidos ser¨¢n en el Di St¨¦fano de Valdebebas. Qu¨¦ pena que no se jueguen en el Bernab¨¦u, como me recuerdan mis amigos de las pe?as de Riosa (L¡¯Ar¨¢, Asturias) y Albu?ol (Granada). Lo importante es que el equipo est¨¢ vivo. Muy vivo.