Zidane nunca fue el problema
Apolog赤a de la ingratitud. Permitir que revoloteen los fantasmas del despido de Zizou por el calent車n de una fea derrota en Kiev ante el Shakhtar y la posibilidad de caer eliminado en la fase de grupos de la Champions evidencia la desmemoria y la fragilidad deportiva de la instituci車n. Muchos se preguntan si hay que mantener a Zidane por lo que hizo, sin pensar en lo que puede hacer. El real del actual Real Madrid es un problema de expectativas. Se fueron James y Bale, regresaron Odriozola y Odegaard. No hay Hazard al que agarrarse. El eje del equipo se va haciendo mayor, los j車venes no est芍n preparados para coger el testigo y la generaci車n intermedia carece de la personalidad para echarse el peso de un escudo tan gigante a sus espaldas. No hay un Cristiano, o sea un goleador, al que agarrarse para tapar las carencias. Si el curso pasado se gan車 la Liga con el gancho y se cay車 en octavos de la Champions, lo normal es que si no te refuerzas, si no apuestas, los objetivos sean iguales o menores.
Las verdades del barquero. El Real Madrid, como todos, es tambi谷n permeable a un a?o tremendamente incierto por el coronavirus, por la brutal carga de partidos y las consiguientes lesiones, por el horizonte de muchos futbolistas de querer llegar bien a la Eurocopa y pretender dosificar esfuerzos, por la dificultad en acertar las rotaciones cuando muchos puestos en el Madrid no est芍n doblados convenientemente. Ni Ramos, ni Casemiro, ni Benzema tienen sustitutos naturales, por hablar solo de la columna vertebral. Zidane lo explic車 con total naturalidad tras la exhibici車n de Mil芍n: "cuando se ponen, se ponen". Lo malo es que no es f芍cil ponerse cada tres d赤as. La 迆nica ventaja es que al Madrid la estridencia y la exageraci車n en las duras y en las maduras le viene de serie. S車lo por eso es de ingenuos darle por muerto.
La rotaci車n de Lopetegui. Resulta que el Sevilla est芍 donde so?ar赤an estar el Real Madrid y el Atl谷tico en la Liga de Campeones y se critica al entrenador porque haga una rotaci車n masiva con el equipo ya clasificado para octavos. Hay que conocer solo un poquito a Julen para saber que no le gusta perder ni al parch赤s y, mucho menos, que le goleen. Igual el problema es que se ha visto la gran diferencia que hay entre la primera y la segunda unidad del conjunto hispalense. Tambi谷n, aunque eso no es nuevo, que las victorias tienen muchos padrinos y las derrotas solo uno. Nada de lo que pase contra el Madrid, para bien o para mal, tendr芍 que ver con lo que pas車 el mi谷rcoles en el Pizju芍n. Un borr車n en un a?o tan completo no merec赤a semejante escarnio. Es lo que tiene hacer volar tan alto a un equipo cuando no hay comparaci車n posible, en lo econ車mico, con tus competidores.