Messi juega como Di St¨¦fano y rinde homenaje a Maradona
121 a?os del equipo y caras felices en el Bar?a, como si se reseteara el ¨¢nimo del equipo y regresaran las ilusiones pospuestas. Sonri¨® Griezman, como si regresara del purgatorio. El franc¨¦s recupera el ¨¢nimo y la risa, y se expone ante las c¨¢maras jugando como un ni?o que al fin estuviera seguro de sus juguetes. Messi jug¨® con la alegr¨ªa de los viejos tiempos. Era un d¨ªa excepcional para ¨¦l, porque todo el mundo lo se?ala hora como el m¨¢s grande de los futbolistas (o exfutbolistas) vivos. Muerto el ¨ªdolo argentino que se comunicaba con Dios, el muchacho de Rosario asciende a un podio que los dos se disputaban, y de ¨¦l se espera un liderazgo deportivo que siempre le fue disputado por el 10 que acaba de morir en Buenos Aires.
El gol que le dedic¨® Lionel Messi al m¨¢s destacado de la historia fue una par¨¢bola perfecta, hecha con el tiral¨ªneas del alma. Con la vieja camiseta rojinegra, Messi subi¨® al pedestal de la historia, a pulso, la memoria del que le ense?¨® a hacerse con la pelota con una eficacia de oro. Fue tal la belleza del juego del 10 de ahora que don Luis Su¨¢rez, que sabe m¨¢s que nadie de estas cosas, dijo que esta vez don Leo Messi jug¨® a la altura de don Alfredo Di St¨¦fano. Todo eso se vio en las caras felices. Sonri¨® hasta Demb¨¨l¨¨, y eso es que sonri¨® todo el mundo.
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