El d¨ªa que Di St¨¦fano hizo de ojeador para Maradona
El Pelusa le pidi¨® a la Saeta que fuera a ver al Calder¨®n el estreno de su hermano Hugo con el Rayo en un partido de Copa contra el Atl¨¦tico Madrile?o. Di St¨¦fano fue al Manzaneres aquel 31 de agosto de 1988 y le hizo el informe de Hugo a su hermano Diego Armando.
31 de agosto de 1988. Primera ronda de la Copa del Rey. El Atl¨¦tico Madrile?o recibe al Rayo Vallecano en el Vicente Calder¨®n. A las 19:30, hora de inicio del partido, hab¨ªa unos diez mil espectadores. En la grada de preferencia, con muchas butacas vac¨ªas, destaca la presencia de Don Alfredo Di St¨¦fano. ?Qu¨¦ hac¨ªa La Saeta Rubia aquella tarde veraniega en el Manzanares?
Di St¨¦fano acudi¨® a ver el estreno en partido oficial de Hugo Maradona en el Rayo Vallecano. Su amigo Maradona le llam¨® para pedirle que le hiciera un informe de la actuaci¨®n de su hermano. El Pelusa le pidi¨® el favor y la Saeta se lo hizo. Di St¨¦fano fue al Calder¨®n acompa?ado de su amigo Jes¨²s Paredes, que entonces estaba de preparador f¨ªsico en la cantera del Atl¨¦tico de Madrid. El Profe Paredes hab¨ªa trabajado con Di St¨¦fano en el Real Madrid, Boca Juniors y Valencia.
La presencia de Di St¨¦fano en la grada de preferencia del estadio colchonero viendo al Atl¨¦tico Madrile?o no pas¨® desapercibida en las oficinas del Atl¨¦tico, donde se empez¨® a especular sobre si podr¨ªa recalar como entrenador del primer equipo en sustituci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Maguregui, que ya estaba siendo discutido por Jes¨²s Gil antes de empezar aquella temporada 88-89, que no acab¨®, por cierto. Pero no, el mito del Real Madrid hab¨ªa ido a ver a un jugador del Rayo, concretamente al hermano de su amigo Maradona que debutaba ese d¨ªa en partido oficial.
El informe que har¨ªa el ojeador Di St¨¦fano de la actuaci¨®n de Hugo Maradona a su hermano no ser¨ªa muy positivo a tenor de lo que escribi¨® el cronista de As: ¡°Cunningham y Hugo Maradona no tuvieron su tarde (¡) Desconocemos si los dos extranjeros lo har¨¢n mucho mejor en partidos venideros, pero s¨ª podemos decir que en el Manzanares pasaron con m¨¢s pena que gloria¡±.
Aquel 31 de agosto de 1988, el Rayo Vallecano, entrenado por Felines, perdi¨® 1-0 contra el Atl¨¦tico Madrile?o, entrenado por Emilio Cruz. El gol lo marc¨® Roberto Soloz¨¢bal, que subir¨ªa al primer equipo poco despu¨¦s. En el Rayo, los extranjeros eran el exmadridista Laurie Cunningham y Hugo Maradona, cuyo fichaje por el equipo de Vallecas hab¨ªa montado revuelo en julio por ser hermano de quien era, pero que aquel 31 de agosto de 1988, en su debut oficial, el que m¨¢s estuvo pendiente de ¨¦l fue Don Alfredo Di St¨¦fano por petici¨®n de su hermano.
El primer encuentro en persona de Di St¨¦fano y Maradona fue ocho a?os antes de aquel Madrile?o-Rayo de Copa. En junio de 1980, una selecci¨®n de la AFE, el sindicato de futbolistas espa?oles de reciente creaci¨®n, fue a jugar dos partidos a Sudam¨¦rica. El entrenador de aquel combinado de jugadores de la Liga era Di St¨¦fano. El primer partido lo jugaron en Bolivia. Perdieron 3-2, con dos goles de Rub¨¦n Cano y un mal d¨ªa de Jorge D¡¯Alessandro, que jugaba en el equipo del sindicato espa?ol. Dos d¨ªas despu¨¦s, fueron a jugar a Argentina.
El partido fue en el Jos¨¦ Amalfitani, la cancha de V¨¦lez, en el barrio de Liniers. El combinado espa?ol se med¨ªa al equipo representativo de la Asociaci¨®n de Futbolistas Agremiados Argentinos en el que jugaban el Loco Gatti, el Tolo Gallego, Ricardo Bochini y un tal Diego Armando Maradona, que a sus 19 a?os ya hab¨ªa ganando el Mundial juvenil de Jap¨®n y armaba el taco cada domingo con Argentinos Juniors.
Durante el calentamiento, aquel chaval¨ªn de Villa Fiorito con el pelo ensortijado se puso a hacer controles de bal¨®n con el tac¨®n mientras buscaba la mirada de Di St¨¦fano, quien vio perfectamente como el pibe le retaba con sus jueguitos con el taquito. El combinado argentino gan¨® 3-2 y Maradona marc¨® el 1-0 tras dibujar una doble pared con Bochini, en una jugada que fue una obra maestra seg¨²n los presentes. Di St¨¦fano sac¨® este equipo: lrazusta (D¡¯Alessandro), Marcelino, Balbino, Arias, Pedraza, Land¨¢buru, Montero, Ben¨ªtez (Modesto), Mor¨¢n, Rub¨¦n Cano y Pichi Alonso. Los goles espa?oles los marcaron Ben¨ªtez y Mor¨¢n.
Aquel primer encuentro en la misma ciudad, en su Buenos Aires querido, de los dos fen¨®menos argentinos lo aprovech¨® la prestigiosa revista El G¨¢fico para que su fot¨®grafo Hector Maffuche realizara el primer reportaje juntos a Di St¨¦fano y Maradona.
Desde aquel verano de 1980 al verano de 1988 y muchos veranos despu¨¦s, la Saeta y el Pelusa se encontraron y disfrutaron de su gran conversaci¨®n. Dotados ambos de gran sentido del humor, cuando se jutaban Maradona le ped¨ªa a Di St¨¦fano que le contara que le parec¨ªan el resto de deportes en comparaci¨®n al f¨²tbol, un mon¨®logo que provocaba y provoca la hilaridad y las carcajadas en diferido de todos los que lo han escuchado.
Ven¨ªa a decir La Saeta, con socarroner¨ªa y acento porte?o intenso: ¡°?Silencio! ?Que no hable nadie! ?Que no puedo sacar! El tenis, el tenis. Y todos en la cancha se callan. ?Igual que en el f¨²tbol! ?Y el baloncesto? ?Par¨¢, par¨¢, se cay¨® el grandote! ?Hay que secar! ?Y el pabell¨®n cubierto! ?Igual que en el f¨²tbol! ?Y en el golf? ?Ojo, que hay una brizna de hierba y me desv¨ªa la bola! ?Dejate de joder!¡± Y Maradona se re¨ªa y se re¨ªa. Y Di St¨¦fano dejaba claro con su chanza que como el f¨²tbol no hay otro deporte. Un deporte que dominaron dos argentinos considerados los mejores de la historia seg¨²n las distintas generaciones. Di St¨¦fano y Maradona. Maradona y Di St¨¦fano. La Saeta y el Pelusa. Ya est¨¢n juntos en el Olimpo del F¨²tbol.