Griezmann: una causa sin rebelde
Tras ver la entrevista a Griezmann en el programa de Jorge Valdano, lo que queda muy claro por encima de todo es que el franc¨¦s es un buen tipo. Quiz¨¢ demasiado. Es tambi¨¦n valiente para hablar sin tapujos sobre el bajo nivel que est¨¢ demostrando en el Barcelona. El formato de charla reposada entre hombres de f¨²tbol ayuda, pero aun as¨ª pocos profesionales hubieran dado la cara de esta manera en un momento as¨ª.
Es un jugador inteligente, consciente de la realidad y pol¨¦mica que le rodea. Pero en el mensaje que envi¨® hab¨ªa un error de bulto. Al ser preguntado sobre qu¨¦ cre¨ªa que ten¨ªa que pasar para volver a ver al mejor Griezmann, el delantero lanz¨® un grito de auxilio. Pidi¨® tranquilidad para poder rendir, rogando a los periodistas que rebajen las cr¨ªticas y a la afici¨®n que sea paciente. Haciendo ver que as¨ª podr¨¢ reducir la ansiedad que ahora deval¨²a su juego.
En el profundo perfil de Griezmann que dibuj¨® Valdano con sus preguntas, vimos a un ni?o y adolescente t¨ªmido, pero con la firme convicci¨®n de llegar a la ¨¦lite del f¨²tbol. Eso s¨ª, extremadamente respetuoso hacia todo poder: el del entrenador, el del club, el del ¨¢rbitro y el de las instituciones federativas. Siempre es de agradecer comprobar que se puede llegar a crack mundial con una actitud impecable, de caballero decimon¨®nico. Pero lo que ahora necesita el galo para reencontrarse es precisamente todo lo contrario.
Vive un d¨ªa a d¨ªa que le afecta. Luchar contra todo ese malestar es en s¨ª el objetivo principal que debe ponerse. Es una causa justa, y requiere una actitud combativa, de enfado, de mala leche. No contra nadie en particular, sino contra todo en general. Decirse a s¨ª mismo que es uno de los mejores y que est¨¢ de sobra capacitado para volver a demostr¨¢rselo al mundo entero.
Se equivoca Griezmann pidiendo ayuda al exterior. Nadie le va a echar una mano ah¨ª, y menos en un club tan grande. Tiene que dar gracias a que se est¨¢ jugando a puerta cerrada y, al menos, est¨¢ evitando as¨ª el murmullo (y puede que hasta los silbidos) del Camp Nou. As¨ª que s¨®lo se puede ayudar ¨¦l mismo. Siendo rebelde sobre el c¨¦sped, dejando a un lado el camino conservador por una vez.
Ya lo ha hecho antes, seg¨²n admiti¨®. Al sentirse un extranjero desubicado al llegar a la cantera de la Real Sociedad, o cuando todos los gritos de Koke y compa?¨ªa le hicieron sufrir al llegar al Atl¨¦tico. Es decir, simplemente tiene que volverlo a hacer. Su tranquilidad llegar¨¢ a trav¨¦s de la rebeld¨ªa. Es el ¨²nico camino.
Carlos Matallanas es periodista, padece ELA y ha escrito este art¨ªculo con las pupilas.