El Bar?a cuando no lo ven jugar
Vi el partido en La B¨¢mbola, el bar de Santa Cruz de Tenerife donde mezclan f¨²tbol y cerveza. Intrascendencia en el resultado y certeza en el aire: no hubo ni un minuto de f¨²tbol que fuera desperdiciado. Ni uno de los futbolistas abandon¨® el entusiasmo de jugar. Desde esa circunspecci¨®n que marca su car¨¢cter, Coutinho organiz¨® un ataque que no descuid¨® la retaguardia y Ale?¨¢ explic¨® que jugar es, sobre todo, crear la retaguardia. No hubo un instante en que el equipo no se obligara a explicar el f¨²tbol como si acabara de aprenderlo. Fue f¨²tbol desde el amor al juego, como si no los estuvieran viendo jugar sino aquellos que estaban en el grader¨ªo, suplentes u ojeadores. Era un ensayo general, una especie de homenaje a los ojos de quienes buscan hacer del f¨²tbol una clase de aritm¨¦tica.