Luis Enrique, del 6-1 al 6-0

Historia. Luis Enrique ya no es s¨®lo el entrenador que ha firmado la remontada m¨¢s grande jam¨¢s contada en la historia de la Champions, aquel 6-1 de locos del Bar?a contra el PSG el 8 de marzo de 2017. Tambi¨¦n es el seleccionador que ha sellado la ca¨ªda m¨¢s grande de la historia de Alemania en un partido oficial; 6-0. Los dos registros estar¨¢n ah¨ª unos cuantos a?os. Resultados excesivos que reconocen a un personaje al que, tal vez por su car¨¢cter de cara al exterior (que nada tiene que ver con el 'otro' Luis Enrique), se le niegan ciertos m¨¦ritos.

"Yo soy l¨ªder". As¨ª se defini¨® el d¨ªa que fue presentado como entrenador del Bar?a de Messi. En Barcelona a¨²n hay quien mantiene que, de no haber sido por la intervenci¨®n de Xavi y Mascherano, hubiese estado en la calle despu¨¦s de la tormenta de Anoeta. Y es posible. Lo que no es real es que Luis Enrique cediese todo el poder all¨ª. Simplemente, se alcanzaron unos pactos para no rebasar l¨ªneas rojas (posiblemente, a los que llegase con Ramos en la Selecci¨®n). Se recuerda menos, sin embargo, que con gran parte de la opini¨®n p¨²blica en contra, sent¨® a Xavi para darle galones a Rakitic. Hacer eso en Barcelona era un fuerte desaf¨ªo. Pero crey¨® que era lo mejor para un equipo en evoluci¨®n. Y el tiempo se lo devolvi¨® con un triplete. Cuando vio que no iba a poder con el equipo, se march¨®.

Sofisticado. Del asturiano tambi¨¦n se airearon, frente a la audacia de Guardiola, sus limitaciones t¨¢cticas. Pues la memorable noche del PSG se invent¨® un 3-5-2 asim¨¦trico, algo as¨ª como una herej¨ªa en Can Bar?a, con ?Neymar! de carrilero y Rafinha de falso extremo derecho. Se habl¨® mucho del arbitraje aquella noche, pero la primera parte se puede poner en cualquier escuela de f¨²tbol. A la Selecci¨®n la ha agitado t¨¢cticamente desde su primera etapa. Porque, aunque el f¨²tbol vaya tan r¨¢pido, no habr¨ªa que olvidar que lo de Alemania ya lo hab¨ªa hecho Espa?a: 6-0 a la Croacia subcampeona del mundo.

Entre bambalinas. Se conoce menos que el Bar?a pens¨® en el regreso de Luis Enrique a principios de la temporada pasada, cuando oteaba un adi¨®s Valverde que luego se adelant¨®. Nadie se atrevi¨® a dar el paso. La situaci¨®n personal que atravesaba Luis Enrique merec¨ªa respeto. Pero hab¨ªa se?ales de que volv¨ªa a sentirse fuerte. Regres¨® en noviembre para felicidad de todos y la Selecci¨®n vuela. E ilusiona porque huele a nueva. Del 6-1 al 6-0, a Luis Enrique le ha dado tiempo a mudar la piel. Y a volver a luchar.