...Y Griezmann en el banquillo
Recuerden. El Bar?a a¨²n no ha cambiado de ciclo. Esta es la era Messi y as¨ª ser¨¢ hasta que el argentino, el pr¨®ximo mes de junio, o cuando decida ¨¦l, abandone Can Bar?a. As¨ª que el Bar?a de estos d¨ªas a¨²n necesita que Messi enarbole la bandera para que el resto le siga. Y parece que Messi quiere. Despu¨¦s de la tormenta del verano y unos d¨ªas dif¨ªciles por el adi¨®s de un amigo ("es normal que est¨¦ triste", resumi¨® Koeman en su d¨ªa), el argentino est¨¢ en faena. En Getafe, simplemente, no ten¨ªa gasolina. Al Ferencvaros lo despach¨® con una jugada a la media hora cuando el Bar?a estaba jugando realmente mal. Messi volc¨® el partido para el Bar?a. Una buena versi¨®n del argentino en v¨ªsperas del Cl¨¢sico, donde no ha marcado en los ¨²ltimos cinco partidos.
El Bar?a tuvo un buen final de primera parte y un buen inicio de la segunda. Ansu, con dos toques m¨¢gicos, cerr¨® un partido que estuvo a punto de terminar con mal sabor de boca. Una p¨¦rdida absurda de Pjanic, impropia de un jugador de su nivel, oblig¨® a Piqu¨¦ a enrocarse por salvar un mano a mano con el partido resuelto que acab¨® con sus huesos en el vestuario. Expulsado, no estar¨¢ en Tur¨ªn.
Pero hubo final feliz. Con Demb¨¦l¨¦ demostrando que si aceptase ser un especialista, podr¨ªa romper partidos en veinte minutos como revulsivo. Y con Pedri, que maravilla cada rato que tiene, haciendo su primer gol con la camiseta del Bar?a. Goles de Ansu, Pedri y Demb¨¦l¨¦ la noche que Griezmann estaba en el banquillo. Es dif¨ªcil pensar que pueda verse as¨ª en el Cl¨¢sico. Pero ojo con Koeman.