A?oranza de Hugo S¨¢nchez, Van Nistelrooy, Cristiano...
Desde tiempos inmemoriales, el Madrid siempre tuvo un goleador de referencia, un tipo que en el ¨¢rea huele la sangre en forma de rendija de la zaga enemiga para enchufar el gol sin piedad. Un killer, como dicen ahora los modernos. Mi padre me habl¨® de los golazos de Puskas y Di St¨¦fano, yo pill¨¦ de refil¨®n los ¨²ltimos goles de Amancio, disfrut¨¦ ya como ni?o y a tope con los vuelos sin motor de Santillana, llegu¨¦ al ¨¦xtasis con los goles parab¨®licos de Butrague?o, ya no te digo nada con la m¨¢quina de matar que ten¨ªa Hugo S¨¢nchez en su cuerpo, perforando porter¨ªas rivales con cualquier parte de su cuidada anatom¨ªa, o la habilidad para buscarse la vida de Ruud Van Nistelrooy en el ¨¢rea, y ya no sigo con Cristiano y sus 450 goles porque entonces saco el pa?uelo de la nostalgia y me entra una llorera que ni con Bambi cuando era un cr¨ªo.
Lo duro de asumir es que Zidane ha apostado por una plantilla que s¨®lo le da, jugando en casa, para meterle un gol al Valladolid y ninguno al C¨¢diz. El unocerismo empieza a ser una monta?a de dif¨ªcil escalada. Hasta el cerocerismo lo hubi¨¦semos dado por bueno ante el rodillo amarillo de ?lvaro Cervera. Y pensar que los 70 millones recaudados por Achraf y Reguil¨®n (las dos mejores bandas de Europa a corto plazo) se han esfumado casi para pagar los 60 de Jovic, el suplent¨ªsimo de Zidane. Y James conquistando la Premier. Malos tiempos...