Parece vivo
C¨®mo es que en esta serie nunca matan a nadie, me pregunt¨® una vez un amigo viendo El Equipo A. En un momento dado, se levant¨® y le grit¨® al director "??Para cu¨¢ndo un muerto acribillado en pantalla, t¨ªo?!" Era verdad. Cientos de balas iban a dar en cada cap¨ªtulo a las ruedas de los coches, a la chapa, al suelo, a las paredes, a los muebles. Descorazonador. Si hab¨ªa explosiones, la gente sal¨ªa volando y se pon¨ªa de pie, simplemente coja. Me acord¨¦ de este exceso de vida en la serie al o¨ªr que a Bartomeu le iba a entrar otro burofax, esta vez de la plantilla del Bar?a. Qu¨¦ hombre, qu¨¦ fortaleza, qu¨¦ manera de estar vivo.
Cuesta no rendirle admiraci¨®n porque ninguna crisis acaba de llev¨¢rselo por delante. Merece una estatua. Quiz¨¢s es ya una estatua, y por eso aguanta. En ocasiones no es f¨¢cil diferenciar entre estatua y ser vivo. Hace a?os, en uno de los pisos en los que viv¨ª, me hice un poco amigo del perro del vecino. Siempre estaba asomado al balc¨®n. Yo solo le ve¨ªa all¨ª, agazapado entre unas macetas. Estuve un a?o silb¨¢ndole. Hasta que el vecino me dijo que el perro era de porcelana, que no le silbase m¨¢s. No merec¨ªa la pena.
El f¨²tbol, por mucho que nos digan, tambi¨¦n son los despachos. A veces preferir¨ªas noventa minutos de retransmisi¨®n de una junta directiva, sin idea de f¨²tbol, discutiendo un fichaje, que de un partido. ?Qu¨¦ partidos hay que ver algunos d¨ªas! En cambio, menudo espect¨¢culo magn¨ªfico ser¨ªa contemplar a Bartomeu y los suyos en mitad de un trabajo que, en cierto modo, consiste en carecer de conocimientos futbol¨ªsticos, que bien podr¨ªan entorpecer su labor directiva.
En Cr¨®nicas de la mafia, ??igo Dom¨ªnguez cuenta que en el cenobio de Mazzarino hab¨ªa cuatro frailes que en los a?os 50 formaban parte de una banda de extorsi¨®n a comerciantes. Uno de ellos entr¨® un d¨ªa en una farmacia y acarici¨® al hijo del farmac¨¦utico al que extorsionaba, mientras le dec¨ªa: "Qu¨¦ guapo, parece vivo". Justamente esa es la impresi¨®n que da el presidente del Bar?a: parece vivo tambi¨¦n.