Nadal, la estatua y la historia
Una estatua a derribar. Con ese t赤tulo en la portada de L'?quipe se desayun車 Rafa Nadal en Par赤s. Y sin da?os en el m芍rmol, sacudi谷ndose el polvo de la tierra, se volvi車 a su hotel con el billete a su final 12+1 (no vayamos a gafarlo...) en Roland Garros, de las que no ha perdido ninguna. Desde que hizo su aparici車n en el torneo en 2005, ya para ganar la Copa de los Mosqueteros, s車lo ha ca赤do con Robin S?derling en 2009 (sus rodillas dijeron 'basta') y en 2015, un a?o negro en el que no levant車 ning迆n t赤tulo en la campa?a europea de tierra e hinc車 la rodilla frente a Djokovic en semifinales. Con el de Schwartzman, 101 partidos y s車lo dos tropiezos. Unos n迆meros abrumadores que justifican que dentro de poco se alce una estatua en su honor delante de la Philippe Chatrier, como anunci車 la Federaci車n Francesa en 2019. Ser芍 esa la efigie a derribar, porque para la de carne y hueso no parece haber llegado la hora...
Y es que, como advert赤a tambi谷n en una entrevista en L'?quipe el Mago?Coria, finalista en 2004 y actual capit芍n de Davis en Argentina al que Rafa llev車 a una agon赤a de cinco sets y cinco horas en una final en Roma, "cuando juegas contra Nadal, juegas tambi谷n contra la historia". En la inmensidad de la Chatrier, en los pulsos a cinco sets, los n迆meros del espa?ol pesan toneladas. Sea primavera u oto?o. Haga fr赤o o calor. Nadal es quien escribe la historia en la alfombra ocre parisina. La estatua sigue en pie.