El Sevilla regresa con el prestigio intacto
M¨¢s all¨¢ de los resultados, da gusto ver el f¨²tbol brav¨ªo del Sevilla en estas noches europeas. Anoche, en Budapest, llev¨® al Bayern hasta la pr¨®rroga, despu¨¦s de acogotarle con la escapada de En Nesyri en el 88¡¯, que no fue gol porque ese equipo descomunal que es el Bayern tiene tambi¨¦n un portero superior. Llev¨®, dec¨ªa, al Bayern hasta la pr¨®rroga, para caer en ella por un c¨®rner absurdo que dio lugar al gol de un reci¨¦n ingresado, nuestro Javier Mart¨ªnez. Tras este partido de Budapest se puede decir mejor que nunca aquello de loor al vencido, porque el Sevilla puso a pensar a un equipo intratable, acostumbrado a triturar a todos sus rivales.
Era, a mayor abundamiento, el primer partido del Sevilla de regreso de las vacaciones. As¨ª que le tocaba, de buenas primeras, hab¨¦rselas con el ataque abrasador del Bayern, con su juego profundo hacia Lewandowski, las apariciones por cualquier lado del renacido Muller, la movilidad endiablada de San¨¦, el sobrio talento de Goretzka... Todo ello empujado por un ¨¦mbolo potente, que eran todos los dem¨¢s. Tras cazar el gol de penalti que le adelant¨®, el Sevilla pas¨® un quinario hasta el descanso, aguantando sin tomar m¨¢s que un gol los arreones de aquella turba roja que manejaba el bal¨®n con tan buen pie como velocidad y ambici¨®n de gol.
Y en la segunda mitad fue a m¨¢s, hasta poner a pensar al Bayern, que no esperaba eso. ?liver dio un curso de pausa y manejo y En Nesyri se constituy¨® en amenaza permanente, porque tal y como se desarrollaba el partido estaba claro que si le llegaba un bal¨®n su velocidad le dejar¨ªa cara a cara con Neuer. El resto trabajaban, serenos y animosos todos, en especial el eterno Navas y Ocampos, esa especie de alem¨¢n de la Pampa. Lleg¨® la ocasi¨®n, est¨¢ dicho, pero Neuer gan¨® el mano a mano. Luego, la pr¨®rroga cay¨® del lado del Bayern. No es injusto. Pero esta final perdida no aminora, sino engrandece a¨²n m¨¢s el prestigio europeo del Sevilla.