Odegaard tiene que exigirse m¨¢s
Al ver la alineaci¨®n de Anoeta pens¨¦ que Zidane iba al modelo de Ancelotti, cuando ¨¦l era su segundo: una media de tres violinistas, entonces Modric, Kroos y James, ahora con Odegaard en lugar de ¨¦ste, con cuyo juego se le puede emparentar. Aquello funcion¨® hasta que Kroos fue dando crecientes s¨ªntomas de distracci¨®n en las tareas oscuras del medio centro. Pero no: se trataba de un 4-2-3-1 con Odegaard en la posici¨®n que los argentinos llamaron de enganche. Todo un privilegio a cuya altura s¨®lo estuvo a ratos. Pocas participaciones, aunque buenas, y prometedora compenetraci¨®n con Benzema. Y un solo disparo, y fuera.
El resultado fue un equipo elegante pero sin filo, que poco a poco se fue partiendo en un 4-2-4 peligroso. Ning¨²n da?o delante y progresivos sustos atr¨¢s, hasta el punto de que Zidane tuvo que corregir aquello metiendo polenta, con Casemiro y Valverde en lugar de Modric y Odegaard, adem¨¢s de Marvin por el de nuevo inofensivo Rodrygo. Ya s¨¦ que es muy pronto, pero al ver marcharse a Odegaard pens¨¦ que debe exigirse m¨¢s. Ya no est¨¢ en la Real, cuando por su clase superior merec¨ªa privilegios a los que correspondi¨®. Ahora est¨¢ en un equipo en el que el bal¨®n est¨¢ m¨¢s repartido. Podr¨¢ dar la talla s¨®lo si se emplea y agita m¨¢s el ataque.
Porque mientras esperamos a Mbapp¨¦, al que Florentino lleva ya fichando varios a?os pero nunca llega (?qu¨¦ desastre dejarle pasar por mantener a Bale!) el ataque se queda en la luz de Benzema, que echa el resto pero no es Lewandowski ni Haaland, y en las arrancadas de Vinicius, incomparablemente m¨¢s incisivo que su sim¨¦trico, Rodrygo, de nuevo absentista por timidez. S¨ª, volver¨¢ Hazard, no sabemos cu¨¢ndo y c¨®mo; ya un cu?ado me lo cataloga de ¡®lisiado como Bale y gordo como Cassano¡¯. Y volver¨¢ Asensio, esperemos que pronto. (Con Borja Mayoral , Jovic y Mariano no se cuenta). Pero el fichaje era Odegaard y no se puede acomodar.