La duraci¨®n del futbolista se duplica
Parte del m¨¦rito de la victoria del Valencia sobre el Levante, corresponde a Yunus Musah, una especie de Ansu Fati surgido en el club ch¨¦. Su caso, el del propio Ansu Fati y el de tantos otros (en el propio Valencia est¨¢ el coreano Kang-in-Lee) por cualquier parte llama la atenci¨®n por la frecuencia con que jugadores muy j¨®venes aparecen en el primer plano, y cuajan. Tiempo atr¨¢s era rar¨ªsimo que un jugador se asentara en el nivel alto hasta por lo menos los 22, m¨¢s a¨²n si era portero. Ahora esa edad va bajando, al comp¨¢s de un desarrollo f¨ªsico m¨¢s r¨¢pido, de los sistemas de formaci¨®n y de una mayor intensidad de partidos serios en las categor¨ªas menores.
Otro tiempo, otra gente. A¨²n recuerdo que en los primeros sesenta para poner un jugador de 18 a?os en Primera se exig¨ªa un examen m¨¦dico por parte de los servicios m¨¦dicos de la Federaci¨®n, que ten¨ªa la responsabilidad de acreditar que su f¨ªsico era apto. Ese fue el caso de Chuzo en el Atl¨¦tico, y de los bilba¨ªnos Aranguren y Uriarte, que lo pasaron a un tiempo y llenaron el espacio period¨ªstico de la expresi¨®n ¡®los chicarrones del Norte¡¯. Ahora no hay tal requisito. Juegan, valen, tiran para adelante y resuelven partidos, como fue el caso de Yunus Musah en el derbi valenciano o de Ansu Fati en el partido de La Roja contra Ucrania.
Sim¨¦tricamente, tambi¨¦n se alargan los finales. Ah¨ª est¨¢ Nino, con 40, Joaqu¨ªn, con 39, y m¨¢s en Espa?a o fuera. Es sabido que Bernab¨¦u solamente renovaba los contratos de a?o a a?o a partir de los 30. Eran raros, o superclases, los que pasaban los 33. De nuevo hay que pensar en la alimentaci¨®n, en la preparaci¨®n, en los servicios m¨¦dicos, pero sobre todo en la propia voluntad del jugador para dedicarle al cuerpo el descanso que necesita. As¨ª, por un lado y por otro, la vida ¨²til del futbolista, que antes rara vez llegaba a los 10 a?os, ahora se puede extender hasta esos 20 que llevan Nino y Joaqu¨ªn en la cara del toro.