Lavarse las manos y taparse la nariz
La mejor recomendaci車n. Los buenos consejos sanitarios los deber赤a seguir a rajatabla toda la poblaci車n, en tiempos de pandemia, y los siguen al pie de la letra los que rigen la pol赤tica deportiva de este pa赤s. Irene Lozano, la presidenta del CSD, ha estado un poco dispersa estos d赤as entre vacaciones y la reuni車n de las federaciones con su jefe, el ministro Rodr赤guez Uribes, auspiciada por el COE, le pill車 con el paso algo cambiado. Al final, se subi車 al barco. Con todo lo que ella cree haber hecho por esas federaciones....
Del lado de Tebas. En la mediaci車n entre la Federaci車n y la Liga, ya sabemos de qu谷 lado se ha puesto el CSD. Alguien, desde muy arriba, le debe haber dicho que igual la vuelta de los ni?os a los colegios se puede retrasar, pero que con el f迆tbol profesional masculino no hay tonter赤as. Entre eso y la contribuci車n de la Liga en los famosos Pactos o pagos de Viana, da igual si un equipo viaj車 con cuatro positivos, si el presidente de la Liga se autoinculpase, antepusiese lo econ車mico a lo sanitario, que se adulterase la competici車n o que hace un mes el propio CSD emitiese un comunicado se?alando al Fuenlabrada y a la Liga. M芍s all芍 de los descensos o de los calendarios, la impunidad del presidente de Javier Tebas, tras una gesti車n nefasta, es un p谷simo mensaje. Ya saben, lavarse las manos y taparse la nariz.
La Liga sin Messi. Ahora, tras la marcha de Cristiano y la pr芍cticamente segura de Messi, vamos a ver el valor real de LaLiga. Estaremos atentos, no a la propaganda ni a los medios oficiales u oficiosos, sino a la realidad de ser una Liga sin ninguno de los mejores jugadores del mundo, sin la mejor organizaci車n, con el Valencia tiritando, vendiendo a su estrella a un reci谷n ascendido de la Premier o el M芍laga, en el filo de la navaja. Para rematar, sin ticketing hasta 2021, con las campa?as de abonados en el aire y la Segunda en la Justicia ordinaria.
A prop車sito de Leo. La forma poco inteligente de marcharse y el arabesco de Bartomeu, ofreciendo su cabeza a cambio de su continuidad, no puede omitir el fondo de la cuesti車n. El Barcelona, de manera t芍cita, permite que Messi libere su contrato cada final de temporada de manera unilateral. Y eso es exactamente lo que ha hecho el argentino y lo que acept車 el Bar?a. Ha tomado una decisi車n, no se manda un burofax por un calent車n. Quiere acabar su carrera en la 谷lite y volver a sentirse grande. Este Bar?a, con esos dirigentes, ya no es su casa.