Siguen siendo 22
El Bayern ha ganado, por sexta vez, la Copa de Europa. Est¨¢ a solo un t¨ªtulo de los que tiene el Milan y a siete de los trece del l¨ªder, el Real Madrid. En las sesenta y cinco ediciones celebradas, siguen siendo veintid¨®s los equipos que pertenecen al selecto club de los campeones de Europa, y son s¨®lo diez los que han conseguido vencer en sus dos formatos, la Copa de Europa y la Champions League. El Bayern de M¨²nich es el primero que ha conseguido el t¨ªtulo, ganando todos sus partidos. Ha sido la victoria del equipo frente a las individualidades. El conjunto alem¨¢n est¨¢ formado por jugadores de la cantera tan importantes como M¨¹ller y fichajes con una relaci¨®n precio-calidad, imbatible. Ni el reconocido Monchi podr¨ªa mejorar los fichajes de Neuer, Lewandowski o Davies entre otros. Baste decir que el coste de todo el once inicial del Bayern no llega ni a la mitad de lo que pag¨® el PSG por Neymar.
El Paris Saint Germain, equipo formado a base de fichajes rutilantes a precios astron¨®micos, financiados por los petrod¨®lares ¨¢rabes, llegaba por primera vez a la final, y tendr¨¢ que seguir viendo en el palmar¨¦s de la Copa de Europa, un solo campe¨®n franc¨¦s, el Olympique de Marsella del controvertido Bernard Tapie. Los parisinos eran el primer equipo no perteneciente a las cuatro grandes ligas (Espa?a, Inglaterra, Alemania e Italia) que llegaba a la final desde la temporada 2003-2004, y pasan a formar parte de esa dura lista de equipos finalistas que no han ganado la Orejona, que encabeza el Atl¨¦tico de Madrid con tres ocasiones en las que el campe¨®n les hizo pasillo. Esa triste situaci¨®n, en la que la mayor¨ªa de los jugadores se quitan del cuello la medalla que les acaban de colgar, la ha vivido m¨¢s veces que nadie la Juventus, nada menos que en siete ocasiones de las nueve finales jugadas por la vecchia signora
Ha sido una edici¨®n extra?a, sin aficionados en las gradas. Todos deseamos que haya sido la ¨²nica y ¨²ltima vez, y el a?o que viene ya no estemos perseguidos por ese virus cruel y taimado. Aunque tengamos que volver a ver a alg¨²n futbolista que lo celebra en el c¨¦sped, acompa?ado de su pareja, sus hijos, una hermana, dos cu?ados, unas amigas y algunos vecinos. Benditas aquellas verbenas de la vieja normalidad.