La mano de Okan en el ¨¦xito del Basaksehir
Cuando el partido de Recep Tayyip Erdogan perdi¨® la alcald¨ªa de Estambul, muchos pensaron que se iniciaba el declive del Basaksehir, el club de f¨²tbol controlado por el ayuntamiento y que vivi¨® su ascenso a la ¨¦lite cuando el hoy presidente de Turqu¨ªa era el alcalde de la ciudad. Esta teor¨ªa gan¨® adeptos cuando se comprob¨® que los fichajes del ¨²ltimo verano (Enzo Crivelli o Danijel Aleksic) respond¨ªan a un perfil medi¨¢tico mucho m¨¢s bajo que el de las incorporaciones de los mercados anteriores (Robinho, Gael Clichy, Adebayor, Arda Turan, Emre Belozoglu¡). La tard¨ªa llegada de Martin Skrtel romp¨ªa la tendencia, pero probablemente se relacion¨® con una cuesti¨®n personal: fue una marcha atr¨¢s a ¨²ltima hora del eslovaco, que rescindi¨® su v¨ªnculo con el Atalanta a las tres semanas de llegar a B¨¦rgamo y decidi¨® volver a Estambul, donde hab¨ªa estado viviendo como jugador del Fenerbah?e los tres cursos anteriores. Con la salida rumbo al Besiktas de Abdullah Avci, el t¨¦cnico que hab¨ªa rozado el t¨ªtulo de liga en dos ocasiones, la interpretaci¨®n del p¨²blico fue clara: el capit¨¢n del barco intu¨ªa que las posibilidades de ganar iban a ser menores y se marchaba a un gigante tradicional menos sujeto a los vaivenes de la situaci¨®n pol¨ªtica.
En realidad, esta relaci¨®n del flamante campe¨®n de la liga turca con el poder nos dar¨ªa para un art¨ªculo mucho m¨¢s largo, ya que el cambio de nombre de 2014, cuando el club pas¨® de llamarse B¨¹y¨¹k?ehir (que se traducir¨ªa como metr¨®polis) a Basaksehir (que es el nombre de un nuevo barrio residencial a las afueras de la ciudad al que se han mudado muchos votantes de Erdogan) ya se hizo pensando en desmarcar al club del ayuntamiento como instituci¨®n y privatizarlo para que su sustento econ¨®mico lo aportaran empresas afines al gobierno central, que no ha cambiado de manos. Sea como fuera, y tras haber perdido en las ¨²ltimas tres temporadas dos t¨ªtulos de liga que parec¨ªa tener ganados, nadie en Turqu¨ªa apostaba este a?o por el Basaksehir.
Pero el entrenador que lleg¨® fue Okan Buruk, y esto ha acabado destrozando todos los pron¨®sticos. Okan fue un centrocampista din¨¢mico, agresivo a pesar de su enorme vocaci¨®n ofensiva y de su m¨¢s que notable calidad, y protagoniz¨® las p¨¢ginas m¨¢s gloriosas del f¨²tbol turco: era titular indiscutible en el Galatasaray campe¨®n de la Copa de la UEFA y de la Supercopa de Europa en el 2000, y tambi¨¦n form¨® parte de la selecci¨®n que alcanz¨® la tercera posici¨®n en el Mundial de 2002. Como t¨¦cnico, empez¨® dirigiendo a conjuntos modestos, y a uno de ellos lo llev¨® al mayor ¨¦xito de su historia: en 2018 gan¨® la copa turca con el Akhisar, el equipo de una ciudad peque?a al que de este modo clasific¨® para la fase de grupos de la Europa League. En el Basaksehir, de nuevo, ha inaugurado las vitrinas de otra entidad que no hab¨ªa probado a¨²n c¨®mo sienta levantar un trofeo. Lo ha convertido en el sexto campe¨®n de la historia de la liga turca (hasta ahora, s¨®lo los tres gigantes de Estambul, el Trabzonspor y el Bursaspor la hab¨ªan ganado). Y lo ha hecho con un rigor t¨¢ctico pr¨¢cticamente desconocido en su pa¨ªs y que ¨¦l probablemente aprendi¨® en las tres temporadas en las que jug¨® en el Inter de Mil¨¢n, con H¨¦ctor C¨²per y Alberto Zaccheroni dirigi¨¦ndole desde el banquillo.