Piqu¨¦ s¨ª convence; Seti¨¦n, no
Seti¨¦n le dijo el martes a los periodistas: "A m¨ª no me convenc¨¦is". Pero, lamentablemente, a quien no convence nadie es ¨¦l ni su Bar?a, que dio pena contra el Espanyol. Los fuegos artificiales del Camp Nou resultaron fuera de lugar porque el Bar?a, ese Bar?a 'triomfant' que hemos visto durante tantos a?os, no es este. No es cuesti¨®n de hacer sangre sobre un entrenador que tiene el poder que tiene sobre los jugadores, sin m¨¢s. Pero ser¨ªa conveniente que se contuviese en su desaf¨ªo a la cr¨ªtica.
Por lo dem¨¢s, al Bar?a s¨®lo le salv¨® la genialidad, una m¨¢s de Piqu¨¦. Primero llam¨® la atenci¨®n llegando a todo trapo en su bicicleta. El personal se qued¨® con esa imagen en las redes sociales. Pero a Piqu¨¦ le da tiempo de todo. A formular su doctrina, que ha marcado tendencia y a la que la expulsi¨®n de Ansu, otra roja de VAR (no se puede arbitrar el f¨²tbol repetido), sum¨® alg¨²n aficionado m¨¢s. Pero, sobre todo, a anticiparse y ser tan inteligente como para saber que en la jugada de Pol Lozano estaba el partido. Piqu¨¦ retorci¨® su entrada hasta ponerla al nivel de la roja. Luego dej¨® que Su¨¢rez hiciese el gol, cogi¨® su bicicleta y se fue de vuelta. Piqu¨¦ es un superdotado del f¨²tbol m¨¢s que de cualquier otros asuntos, en los que a veces se l¨ªa. En el c¨¦sped, ¨¦l s¨ª que convence y el tiempo lo pondr¨¢ en su sitio. ?l no es un generador de opini¨®n ni un gran creador de empresas. Ante todo, es un jugador enorme de f¨²tbol. ?l s¨ª convence. Seti¨¦n, no.