Un taconazo de Benzema y nada m¨¢s
Llegaba el partido al meridiano del descanso cuando se produjo la jugada del d¨ªa: Benzema busca un pase en carrera diagonal, desenfil¨¢ndose de la porter¨ªa, y en lugar de escapar hacia fuera, como ped¨ªa la situaci¨®n, sorprende con un taconazo limpio que hace pasar el bal¨®n entre las piernas de su marcador, Bernardo, y lo deja en el borde del ¨¢rea chica para la llegada de Casemiro, que remat¨® a placer ante un Diego L¨®pez desarmado por la maniobra. Un rel¨¢mpago que ilumin¨® una noche sosa, en la que el Espanyol puso todo lo que ten¨ªa ante un Madrid funcionarial, que parec¨ªa esperar que el partido se ganara solo.
Y no, no se gan¨® solo. Lo gan¨® ese taconazo, al que el resto del equipo no acompa?¨® ni antes ni despu¨¦s con ninguna otra acci¨®n meritoria. Unas cosas con otras, fue el peor partido del Madrid en este tramo final de LaLiga, tras la pausa impuesta por el coronavirus. Jug¨® mal el Madrid. Estuvo menos en Madrid que el Espanyol en Espanyol. Los locales salieron al campo con la p¨¦sima noticia de la victoria del Eibar, que les colocaba la frontera de la salvaci¨®n ya demasiado lejos, pero jugaron con ¨¢nimo, pusieron todo lo que tienen y mantuvieron el encuentro vivo hasta el final, con una llegada en el 94¡¯ que oli¨® a empate.
Pero todo qued¨® en aquel 0-1 del borde del descanso, que deja al Espanyol desahuciado (para m¨ª lo estaba ya en el inicio) y al Madrid muy c¨®modo, dos puntos por encima del Bar?a, m¨¢s el ¡®goal average¡¯. Es el fruto de las cinco victorias desde la reanudaci¨®n, que le dan margen para ceder un empate en los seis partidos que quedan, y eso en el caso de que el Bar?a lo gane todo de aqu¨ª al final, que tampoco se le ve para ello. Eso s¨ª: seguimos esperando que Hazard haga por fin algo que recuerde lo que era antes de llegar al Madrid, aquel atacante r¨¢pido e inspirado que s¨®lo vislumbramos en dos o tres partidos antes de la lesi¨®n.