?Guruceta expulsa a Rojo en San Mam¨¦s!
El coche del ¨¢rbitro fue destrozado y tard¨® horas en salir del estadio tras bloquear la polic¨ªa la puerta, en el coche de Zarza, gerente de club.
La explosi¨®n se inici¨® en el minuto 35. Guruceta pita fuera de banda en un bal¨®n que llevaba Rojo por la raya y el jugador protesta agitando los brazos. Guruceta le muestra amarilla con un gesto ampuloso, gust¨¢ndose. Se quedan cara a cara, hasta que Rojo le da la espalda para retirarse. Guruceta le saca entonces la roja. El ¡°?Presoak kalera!¡± [prisioneros en la calle] que se hab¨ªa venido escuchando intermitentemente se transform¨® en un clamoroso ¡°?Guruceta kalera!¡± Todo empeor¨® en el minuto 42, con el gol del Atl¨¦tico, una llegada de Robi hasta el fondo en la que parec¨ªa que el bal¨®n hab¨ªa salido fuera antes de su centro. Guruceta dio el gol y aquello se convirti¨® en un pandem¨®nium.
Segundo tiempo de patadas de ida y vuelta, sensaci¨®n de que Guruceta barre para el forastero y alg¨²n espectador que salta de cuando en cuando. Los detienen los jugadores antes de que alcancen al ¨¢rbitro. La intervenci¨®n de la Polic¨ªa Nacional (a¨²n no exist¨ªa la Ertzaintza) era peliaguda entonces en los campos vascos. Mientras Guisasola y Lasa retiran a uno de ellos, el Atl¨¦tico no marca gol de milagro. Iribar corre al centro campo a protestar y se lleva una amarilla que eleva el enfado del p¨²blico hasta el paroxismo.
Antes de cumplirse el tiempo, Guruceta aprovecha que est¨¢ cerca de la boca del t¨²nel para pitar el final y escapar como alma que lleva el Diablo. El Athletic se niega a firmar el acta, en la que Guruceta escribe que Rojo le ha llamado ¡°cabr¨®n¡± e ¡°hijo de puta¡±. Por fin la firma, pero a?adiendo un anexo en el que ofrece la versi¨®n de Rojo, muy diferente. Seg¨²n ¨¦l, s¨®lo dijo: ¡°?No ha salido!¡± Tras la tarjeta a?adi¨®: ¡°?Qu¨¦ f¨¢cil es ense?ar una tarjeta!¡±, y que por eso vio la roja. Fuera, el coche de Guruceta ha sido destrozado. Tardar¨¢ horas en salir, tras bloquear la polic¨ªa la puerta, en el coche de Zarza, gerente de club.
Al Comit¨¦ le cae la bronca cuando todav¨ªa est¨¢ digiriendo la de la expulsi¨®n de Cruyff por Melero Guaza en el Camp Nou, una semana antes, por id¨¦ntica causa. Lleg¨® a celebrar un careo entre ambos, al que el ¨¢rbitro se someti¨® para, de inmediato, dimitir. No arbitrar¨ªa m¨¢s. El lunes 14, el Comit¨¦ le aplic¨® a Cruyff una sanci¨®n m¨ªnima para los usos de entonces por un hecho as¨ª: tres partidos. No hubo cierre del Camp Nou, pese al salto masivo de espectadores al final y uno hasta agredi¨® a Melero sobre el campo.
El Athletic solicit¨® careo y que se tomara tambi¨¦n declaraci¨®n a jugadores del Atl¨¦tico como testigos. Pero ni el Athletic era el Bar?a ni Rojo era Cruyff. El Comit¨¦ tom¨® el mi¨¦rcoles 16 declaraci¨®n a ambos por separado. Los dos se ratificaron en sus respectivas versiones. El jueves fall¨®: tres partidos a Rojo, multa al club por los sucesos (sin cierre, imposible tras dejar escapar al Camp Nou) y se dejaba sin sanci¨®n a Iribar, cuya protesta se entendi¨® razonable.
La Federaci¨®n dispuso a ra¨ªz de esos hechos que todos los campos deber¨ªan dotarse de vallas. El Athletic las estrenar¨¢ en abril, en partido de la Copa de la UEFA, ante el Racing White belga. Guruceta muri¨® 10 a?os m¨¢s tarde en accidente de carretera. No hab¨ªa vuelto a arbitrar al Athletic.