La libertad le sienta bien a Dani Olmo
Tras sacarlo de Zagreb satisfaciendo las altas exigencias de un Dinamo que no puso nada sencilla su salida, el RB Leipzig se prepar¨® en enero para empezar a introducir en su buena din¨¢mica deportiva el talento de Dani Olmo. Sab¨ªamos todos que no ser¨ªa un proceso r¨¢pido: al final, el salto de la liga croata a la alemana se ten¨ªa que notar. Sin embargo, cont¨¢bamos con argumentos para intuir que el egarense iba a estar a la altura: sus actuaciones en un Europeo Sub-21 con la Selecci¨®n espa?ola y en la mism¨ªsima Champions League con el cuadro balc¨¢nico hab¨ªan dejado claro que se trataba de un futbolista con sobradas capacidades para destacar lejos del contexto de un campeonato de nivel medio. Sin embargo, pasaban las semanas y Julian Nagelsmann no acababa de lanzarlo al ruedo. No disput¨® ning¨²n minuto en la gloriosa eliminatoria ante el Tottenham que clasific¨® al conjunto de la antigua Alemania Oriental para los cuartos de final de la m¨¢xima competici¨®n continental y surgieron las primeras dudas: ?qu¨¦ pasaba con Dani? ?No encajaba en el estilo del joven t¨¦cnico alem¨¢n?
No pod¨ªa ser una cuesti¨®n posicional, porque Olmo lleg¨® a Croacia siendo un extremo y sali¨® convertido en un media punta con extraordinarias virtudes en el juego interior. Incluso con Espa?a actu¨® como falso nueve. Hijo de entrenador e inquieto seguidor del f¨²tbol tambi¨¦n cuando no lo juega, al de Terrassa no le pod¨ªa faltar comprensi¨®n de lo que se le ped¨ªa porque su inteligencia es una virtud que suele situarle por encima de sus competidores. ?Era una cuesti¨®n de ritmo? Es conocida la querencia de Nagelsmann por la extrema intensidad y por las transiciones vertiginosas, y es probable que adaptarse a ese tono requiera tiempo. Pero ¨¦l neg¨® que le costara acostumbrarse a esa exigencia. Sea como fuera, las alarmas saltaron en el primer encuentro despu¨¦s del par¨®n: ante el Friburgo, en casa, estando obligado a marcar frente a un rival encerrado, Nagelsmann tampoco tir¨® de ¨¦l pese a disponer de cinco cambios que no agot¨®. La preocupaci¨®n crec¨ªa.

Pero en realidad, aquella tarde marc¨® un antes y un despu¨¦s. Tras ceder dos puntos y parecer un equipo atascado, el Leipzig se entreg¨® a la capacidad de improvisaci¨®n de Olmo desde el encuentro siguiente. Fue titular en el 0-5 en Mainz y ya no ha abandonado su puesto en los onces iniciales. El viernes, en Hoffenheim, estren¨® posici¨®n. El 1-1 frente al Paderborn obligaba a Nagelsmann a mover ficha, y el precoz estratega dise?¨® un 4-4-2 en rombo que le confer¨ªa a Dani la mayor de las libertades. Con Kampl de medio centro y Sabitzer y Laimer en los interiores, ¨¦l se mov¨ªa por detr¨¢s de los dos puntas, Schick y Werner. Surgi¨® efecto inmediato: anot¨® los dos tantos de la contienda en el tramo inicial, apareciendo desde atr¨¢s, movi¨¦ndose entre l¨ªneas y llegando a posiciones de remate. Record¨® a su versi¨®n esplendorosa de Zagreb en ese rol de n¨²mero 10 que le permite caer a los costados cuando lo considera oportuno y buscar la espalda del pivote rival cuando pretende ser definitivamente da?ino.