No los ves, pero est¨¢n ah¨ª
El otro d¨ªa estuve viendo el partido de la Bundesliga entre el Borussia Dortmund y el Bayern de M¨²nich. Por razones t¨¦cnicas, lo segu¨ª con la locuci¨®n en ingl¨¦s, a trav¨¦s de la cadena norteamericana FOX Sports. Era un partido importante, que pod¨ªa sentenciar el t¨ªtulo de liga alem¨¢n: nada mejor para saciar mi sed de f¨²tbol. Cuando el ¨¢rbitro pit¨® el inicio, enseguida me dej¨¦ llevar por el amarillo y el rojo de los dos rivales, el juego vistoso. Borussia y Bayern empezaron con ganas y en el primer minuto Haaland ya tuvo una ocasi¨®n. Quiz¨¢ por eso tard¨¦ un rato en darme cuenta de los gritos y c¨¢nticos. Resulta que los editores de la transmisi¨®n a?ad¨ªan al juego una banda sonora de fondo, un griter¨ªo que parec¨ªa jalear a los jugadores. El efecto era casi paranormal: ver las gradas vac¨ªas y o¨ªr al mismo tiempo a unos aficionados fantasma animando. Adem¨¢s, no siempre se correspond¨ªa la emoci¨®n con el ruido, e incluso se pod¨ªan escuchar silbidos que no iban dirigidos a nadie, ni siquiera al ¨¢rbitro.
Todo sea por el espect¨¢culo, me dije, he aqu¨ª un partido jugado en playback, pero al final termin¨¦ silenciando ese ruido y con ¨¦l a los locutores. Sin embargo, cuando Kimmich consigui¨® su golazo para el Bayern, me faltaba algo y aument¨¦ de nuevo el volumen: alguien, en alguna sala de edici¨®n, estaba a?adiendo una celebraci¨®n euf¨®rica (aunque no tuviera mucho sentido en el estadio de Dortmund).

La estrategia de reforzar el espect¨¢culo con los gritos de la afici¨®n parece tratarnos de ingenuos, pero es una rareza m¨¢s de lo que veremos estos d¨ªas, igual que ese partido anterior en el que los jugadores del Borussia dedicaron su triunfo a unas gradas vac¨ªas de aficionados. Parec¨ªan decirnos: no los vemos, pero ah¨ª est¨¢n. Este es el pacto que unos y otros haremos mientras haya partidos a puerta cerrada. Los seguidores lo tendremos tan f¨¢cil como escuchar c¨¢nticos enlatados; los jugadores deber¨¢n hacer ese esfuerzo a?adido: imaginarnos ah¨ª en las gradas, escucharnos, jugar y ganar tambi¨¦n para nosotros.